El jurado popular del juicio celebrado por la Audiencia de Sevilla contra el hombre acusado de robar y asesinar supuestamente en julio de 2020 a una mujer de 54 años en una vivienda de la Macarena asfixiándola con una toalla, incendiando después la escena del crimen; ha declarado este martes por unanimidad que el encartado es «culpable de haber dado muerte a la víctima» de la manera descrita y de prender además fuego al piso para «evitar que se descubriese» su papel en los hechos.
Ese ha sido el veredicto del jurado popular, que por unanimidad ha considerado probado que el 20 de julio de 2020, Jorge A.G. concertó una cita sexual con la víctima, Rosalía, de 54 años de edad, y ambos se encontraron en una vivienda del entorno de la avenida de la Cruz Roja de Sevilla capital que ella tenía alquilada, acudiendo el inculpado a la cita para recibir los servicios sexuales de la víctima y además con el ánimo de «apoderarse» de los efectos que pudiera, al objeto de enriquecerse mediante dicho robo.
Por unanimidad, los miembros del jurado han considerado acreditado que el acusado habría usado para asearse una toalla naranja que le entregó la víctima y que después le fue intervenida a él; toda vez que después, al echarse la mujer en la cama para la práctica del acto sexual, Jorge A.G. habría «aprovechado» dicha situación y que ella estaba a solas con él, para «inmovilizarla» y estrangularla con la citada toalla, con la cual ejerció «presión» sobre su cuello hasta provocarle una «asfixia mecánica».
Tras ello, según ha declarado probado el jurado popular, de nuevo por unanimidad, el inculpado se apoderó de los dos teléfonos móviles de la mujer, su ordenador portátil, una lámpara led y su cartera, que contenía una tarjeta bancaria que posteriormente usó como si fuese él el titular de la misma, cargando a la cuenta gastos por diversas compras y consumiciones hasta un importe de 195,29 euros.
LA TOALLA
El jurado también ha considerado acreditado que Jorge A.G. se apropió de la toalla usada para el crimen, al objeto de «eliminar pruebas» que le incriminasen en los hechos; así como que prendió fuego a la vivienda en la que se había citado con Rosalía, de nuevo con idea de «eliminar vestigios de su participación» en los hechos, abandonando después el piso para luego realizar los citados gastos con la tarjeta bancaria de Rosalía.
Así, el jurado popular ha declarado a Jorge A.G. «culpable de dar muerte» a Rosalía, de robar los citados efectos, de incendiar la vivienda para «evitar que se descubriese» su papel en el crimen y del uso ilícito de la tarjeta bancaria sustraída a la víctima.
Para ello, el jurado popular ha tenido especialmente en cuenta aspectos como los mensajes de WhatsApp cruzados entre el encartado y la víctima, el propio testimonio del encartado, que merced a tales mensajes ha admitido que concertó un encuentro con Rosalía y accedió a la vivienda sobre las 18 horas; y la declaración de los forenses, según los cuales la muerte de la víctima habría acontecido entre las 18 y las 18,30 horas; en el lapso para el cual el inculpado reconoce su presencia en el piso; así como la toalla intervenida al encartado.
Tras dicha declaración de culpabilidad, el fiscal del caso ha ratificado las peticiones de pena incluidas en su escrito de acusación, en el que solicita para el encausado, Jorge A.G., 23 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; otros dos años de prisión por un delito de daños mediante incendio, y el pago de una multa de 360 euros por un delito leve continuado de estafa; así como que indemnice con 60.000 euros a la hija de la víctima en concepto de daño moral y con 10.536,60 euros al propietario de la vivienda por los daños materiales causados.
PETICIONES DE CÁRCEL
La acusación particular, ejercida por la única hija de la víctima, ha hecho lo propio, ratificando que reclama para el acusado 25 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; otros tres años de prisión por un delito de daños mediante incendio y una indemnización de 100.000 euros; toda vez que la defensa solicita la libre absolución del encartado.
El abogado defensor de Jorge A.G., por su parte, ha solicitado «la pena mínima» de entre las que corresponda, anunciando en cualquier caso un recurso de apelación contra la condena, que ahora habrá de redactar el tribunal.
