La directora Chelo Loureiro y el compositor Nani García, en nombre del equipo que ha logrado el Premio Goya 2022 a la Mejor Película de Animación por su largometraje ‘Valentina’, han negado las acusaciones de impago e «irregularidades» por parte de un grupo de trabajadores de la cinta.
«Que lo demuestren. Si hay impagos que presenten las nóminas sin pagar porque no es cierto. Todo el mundo ha cobrado. Lo que han hecho ha sido estropear un día de fiesta como es poder conseguir un Goya en un género tan complicado como el de Mejor Película de Animación», ha lamentado la directora Chelo Loureiro.
«Ha sido muy triste. Ni siquiera me dejan disfrutarlo», ha insistido la directora, que se ha mostrado «muy disgustada» por este asunto. «La pena que quede este recuerdo y no el Goya», ha reiterado Loureiro, que ha añadido que ya ha recibido «el apoyo de los 200 trabajadores» que participaron en la cinta y que sienten que les «han robado el protagonismo». «200 personas que estaban felices y para las que esto ha sido un jarro de agua fría», añade.
«Mi carrera ya está hecha. Yo tengo 63 años. He logrado dos Goya y he sido nominada en muchas ocasiones», rememora Loureiro, que ha hecho cerca de una veintena de películas «con mucho esfuerzo» y que ha logrado convertirse en una figura destacada del cine de animación español.
Su última película, ‘Valentina’, narra la historia de una niña con síndrome de Down en un cuento musical sobre la inclusión y la diversidad. «Este es el único premio que recogemos los que hacemos cine de animación. El cine de animación es cine, no es fácil hacer animación y nos tenemos que contentar con un solo premio», afirmó Chelo Loureiro al recibir el Goya.
Loureiro ha explicado que la relación con el administrador del estudio ‘Antaruxa’, Brandán de Brano –quién encabeza las críticas de impagos y acusa a la directora de atribuirse «una dirección cinematrográfica que no ha realizado»– fue «complicada desde el principio, con constantes trabas e interrupciones».
«No le gustaba nada, hablaba con todo el mundo. El resto del equipo estaba igual, fue un biocot constante», indica Loureiro y corrobora Nani García, músico y compositor coruñés artífice de la musicalidad del filme. «No son formas. Si algo no te gusta, te vas», explica.
García ha añadido que las acusaciones «vienen de largo» ya que comenzaron «hace meses» pero ahora vuelven a producirse ante el hecho de que se haya logrado el Goya. «Había un desacuerdo con la producción y la respuesta fue secuestrar las imágenes por lo que tuve que componer de cero. Lo mismo les pasó a los compañeros de sonido. No son formas», lamenta el compositor que añade que nunca ha vivido «algo igual». «Y eso que estoy a punto de jubilarme», apostilla.
A su juicio, «si existe un conflicto laboral o se está en desacuerdo, la respuesta es marcharse». Sin embargo, «las constantes trabas provocaron retrasos en los plazos, lo que provocó que se llegara muy justo a los Goya». «Hubiéramos podido competir en más categorías y no fue posible», señala.
«Nos podemos dar por satisfechos por haber podido acabar la película», indica el compositor, que afirma que tanto él como el resto de su equipo sí han cobrado. «Sin embargo, el daño está hecho con tino», concluye.