El santoral cristiano señala que el 19 de febrero es el día que se dedica a otro santo de origen español, aunque no está muy claro a qué provincia se dedicó más, pues nos estamos refiriendo a San Álvaro de Córdoba, pero también se refieren a él como de Zamora, quien llegó a ser el presbítero de la Orden de los Hermanos Predicadores y tiene en su haber ser nombrado padre confesor de Catalina de Lancaster y de quien en el futuro se convertiría en Juan II de Castilla. Hoy es el santo patrón de las Cofradías de Córdoba.
San Álvaro de Córdoba
Nació en la ciudad de Córdoba en el año 1360, su familia era de clase alta, pero quedó huérfano de madre y tuvo que ser criado por su tía. En su adolescencia, ingresó al convento de los padres dominicos, conocido con el nombre de San Pablo, en donde fue ordenado como sacerdote y se dedicó a la enseñanza de los novicios. Llegó un momento en que San Álvaro combinó la enseñanza a los sacerdotes más jóvenes con la predicación a los pobladores, labor que llevó a cabo por Andalucía, Murcia, Castilla, Extremadura y Portugal.
Se cuenta que peregrinó a Tierra Santa en el año 1419, y que ese viaje fue lo que lo hizo despertar de manera definitiva a la fe en Cristo, conociendo por sus propias experiencias todo lo que se cuenta en la cristiandad sobre el Camino del Calvario del hijo de Dios, que es el camino que tuvo que andar Jesús hasta que finalmente llegó al monte Gólgota, en donde finalmente fue crucificado, lo que también recibe el nombre de la Vía Dolorosa.
Cuando regresó a España, es retenido en la Corte por la Reina Catalina de Lancaster, quien era la tutora del Rey Juan II, y ella lo eligió como su confesor. En el año 1423 le fue posible fundar en las sierras de Córdoba el Convento Escalaceli, desde donde realiza una reforma ejemplar, que al final tuvo que ser aceptada por toda su Orden.
Sin duda, San Álvaro de Córdoba se trató de un religioso que se preocupó por extender la palabra y las enseñanzas de Cristo por muchos lugares de la España Medieval, y es posible que haya podido influir en muchas de las decisiones y de las vidas, no solo de los integrantes de los pueblos, sino de los nobles de la Corte, dado el cargo que pudo llegar a desempeñar por la gracia que le concedió Dios.
Sus restos se encuentran sepultados en el Santuario de Santo Domingo de Escalaceli o Scala Coeli, como lo denominan algunos, y todas las cofradías de Córdoba le rinden culto y veneración todos los 19 de febrero.
Sin duda, San Álvaro de Córdoba o de Zamora, como se lo quiera denominar, fue un personaje religioso muy importante, al que debemos recordar por su labor y sus obras, que dejaron hasta la fundación de un convento y una reforman de una orden religiosa, pero no es el único santo o beato al que se homenajea el día de hoy en el Santoral Católico, porque también recordamos en este día a San Barbado, San Beato de Liébana, San Bonifacio de Lausana, San Jorge de Vabres, Santa Lucía Yi Zhenmei, San Mansueto de Milán, San Proclo, San Quodvuldeo, Beato Conrado de Piacenza Confalonieri, Beata Isabel Picenardi y Beato José Zaplata