Afrontar un proceso de mudanza, tener que abandonar tu casa (máxime cuando estás cómodo en ella), supone un momento de estrés sólo superado por asuntos mayores asociados a términos de salud o trabajo. El grado de estrés aumenta considerablemente cuando afecta a personas que viven en grandes urbes, donde los precios de los pisos y mudanzas se incrementan de manera considerable. Las mudanzas en Madrid son un claro ejemplo de situaciones a las descritas. ¿Cómo minimizar estas situaciones? ¡Apunta estos consejos básicos!
Superado ese momento en el que conoces que debes abandonar el domicilio que ocupas, los siguientes pasos se centran en conocer cuál será el nuevo destino (bien una casa alquilada o comprada) y cómo se hará ese proceso de mudanza. La tensión aparece en cualquier persona al mezclar ambos procesos, pero si exceptuamos esos días de búsqueda de un nuevo domicilio, nos centraremos en cómo superar ese arduo proceso de mudanza. Lo primero consiste en buscar una empresa de mudanzas; contrastar opiniones de otros usuarios; evaluar los presupuestos que te ofrecen los comerciales que te visitan en tu casa; y finalmente decidirte por una de las empresas. Y ya sólo quedará un paso: el día de la mudanza.
Planificar con tiempo
Obviamente, antes de detallar algunos consejos básicos, hay que indicar que no es lo mismo una mudanza de una pareja sin hijos a una familia donde puede haber uno o más hijos. Tampoco es lo mismo hacer una mudanza dentro de la misma ciudad que entre ciudades o incluso al extranjero, donde ese grado de tensión aumentará de manera notable, y en estos casos habría que contratar a empresas especializadas en este tipo de trasvases de enseres entre domicilios.
El primer consejo (y dependiendo de la economía de cada uno) estaría en contratar los servicios de una empresa especializadas en mudanzas. El sector cuenta con muchas opciones al existir una gran competencia. En cualquier caso, estas empresas cuentan con equipos formados en el traslado cuidadoso de todo tipo de enseres. ¿Las diferencias de presupuesto? Básicamente se recomienda consultar con varias empresas y observar las claves que estarán en cómo éstos embalan los muebles, electrodomésticos, ropas, platos y demás elementos decorativos. E igualmente en ese servicio de ‘ellos se ocupan de todo’. Es decir, que no uno no tenga en embalar en las cajas. Es una forma óptima de disminuir el estrés.
También es aconsejable revisar los seguros que ofrecen las empresas en caso de algún tipo de incidencia, aunque la mayoría de las empresas ofrecen seguros a terceros. Eso sí, al contar con empresas especializadas normalmente no suele ocurrir ninguna rotura significativa. Siguiendo estos pasos, uno se despreocupa de todo, sólo deberá volver a colocar su mesa, sus sillas, sus libros, sus recuerdos o sus muebles en el sitio que mejor se adeque a las medias del nuevo domicilio. Porque otro aspecto importante de contratar empresas especializadas está en que todas las cajas quedan señalizadas para conocer en qué habitación deben dejarse. E igualmente, si hay que desmontar la cama o un sofá, estos especialistas lo hacen de manera precisa.
Una mudanza dura un día
Otro consejo importante para no vivir una mudanza con estrés está en planificar este proceso con mucha antelación, especialmente en núcleos urbanos grandes como al hacer mudanzas en Barcelona. Aunque no lo intuyan, el trabajo se acumula a estos profesionales, puesto que hay mucha demanda de mudanzas, desde particulares a empresas. De la misma manera, y aunque no está estrechamente relacionado con una mudanza, es aconsejable cursar los cambios de contratación relacionados con los suministros de agua, gas y luz, con el propósito de poder vivir en el nuevo domicilio en cuanto tengas los enseres en tu domicilio. Y esto es cuestión de horas. Por ejemplo, las empresas de mudanza empiezan a embalar sobre las 8 o 9 de la mañana y sobre las 5 o 6 de la tarde estaría todo completamente terminado.
Tampoco tendrás que preocuparte por la cantidad de cajas que puedan emplearse durante la mudanza. Hay empresas que, una vez que tú hayas sacado todas tus cosas de las cajas, vuelve a pasar por tu domicilio para recoger esas cajas y reciclarlas en otras mudanzas (usando las mismas como elementos protectores junto con las habituales mantas). Asimismo, y ya dependiendo de las empresas, estas cajas cuentan con una fianza que se devuelve al propietario o éste puede quedarse con las cajas si considera que puede utilizarlas para otros menesteres.
Y después de ese día de mudanza verás como tu opinión y tensión era sobrevalorada. En un visto y no visto, tu casa está en cajas y dentro de un camión; y rápidamente está en tu nuevo domicilio. Durante ese proceso, también es aconsejable estar atento a que nada se queda olvidado en tu anterior casa, echar ese último vistazo, aunque si contratar a especialistas verás que todo es un proceso muy sencillo.