El aumento de la contratación de detectives privados desde la pandemia ha auspiciado una serie de dudas relacionada con los límites legales de esta profesión. Los expertos explican cuál es el ámbito de actuación de los detectives privados y en qué casos no pueden ejercer su función según la normativa oficial de privacidad.
Desde el inicio de la pandemia el número de contrataciones de detectives privados ha aumentado de manera considerable, al menos en un 50% según los datos extraídos del último informe de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE). Los ERTE, fraudes, falsos positivos de contagio, aperturas de comercios, incumplimiento del horario durante el teletrabajo e, incluso, las infidelidades amorosas son algunos de los principales temas de investigación. Los cambios a nivel social y personal, pero también en la forma de trabajar y en los nuevos puestos de teletrabajo a causa de la pandemia, están dando lugar a un aumento de las mencionadas investigaciones privadas. Uno de los ejemplos más sonados es el de Doverty, una de las agencias de detectives privados más famosa en el país, con más de 15 años de antigüedad en el sector. Doverty ha destapado todo tipo de cuestiones y temas relacionados con infidelidades, así como bajas fingidas, custodias, pensiones alimenticias, pensiones compensatorias y absentismo laboral.
Pero si hay algo que destaca de esta empresa, y que resulta ser una de las razones por las cuales cuenta con su gran prestigio y reconocimiento, es por su capacitación y profesionalidad. En esta agencia todos los empleados cuentan con la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP) y reúnen los requisitos para poder operar, algo que no ocurre en muchas otras compañías, lo que puede derivar en problemas legales para quienes contratan un servicio de detective privado en el momento de hacer uso de las fuentes y materiales obtenidos —además del problema de intrusismo laboral que ello ocasiona en la profesión—. El Ministerio del Interior de España establece que para ejercer como detective privado es necesario contar con la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP) que acredita a los profesionales como tales. Esta es expedida por la Dirección General de la Policía. La Ley 05/2014 de 04 de abril de Seguridad Privada estipula, también, que los detectives privados deban tener la nacionalidad —o pertenecer a países miembros de la Unión Europea—, ser mayores de edad y poseer la capacidad física y aptitud psicológica para el ejercicio de las respectivas funciones. En cuanto a la formación, resulta imprescindible contar con un título universitario oficial de grado en investigación privada o poseer el título del curso de investigación privada que reconoce el Ministerio del Interior.
Por último, según se especifica en los requisitos oficiales, se debe carecer de antecedentes penales por delitos dolosos, no haber sido separado del servicio en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de las Fuerzas Armadas en los dos años anteriores, tampoco haber sido condenado por intromisión ilegítima en el ámbito de protección del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar o a la propia imagen y haber superado las pruebas de comprobación establecidas reglamentariamente por el Ministerio del Interior.
Ejercer sin licencia, o la incapacidad de trabajar como detective privado
La licencia y la formación son obligatorias para poder ejercer como detective privado. Una vez obtenido el título universitario o haber aprobado el curso del Ministerio del Interior, tal como recoge la Ley de Seguridad Privada, es imprescindible contar con la TIP. Esta es intransferible y sirve para acreditar la condición de titular en los casos y situaciones necesarias. Los expertos recomiendan solicitar esta acreditación a los profesionales antes de contratar el servicio.
Aceptar encargos de personas no vinculantes
Los profesionales de la investigación privada no pueden aceptar encargos de cualquier persona, indican los expertos. Para que un detective o agencia de detectives privados acepte un caso es imprescindible que haya un vínculo entre el cliente y la persona a investigar. Véase, por ejemplo, al cónyuge de la relación. Es necesario que exista una relación personal, jurídica o contractual determinada.
Resolución de crímenes o delitos
Otro de los campos de actuación de los detectives privados restringidos es el de los delitos. Un detective no puede investigar por su cuenta un crimen, añaden los profesionales, por lo que en caso de toparse con un delito durante el transcurso de una investigación, deberán avisar a las autoridades competentes. Estas últimas son las que determinan si el profesional puede continuar investigando o si requieren las pruebas recopiladas de su investigación, añaden desde el sector.
Grabar vídeos, conversaciones y tomar fotografías, la gran controversia
Un detective privado puede ejercer su profesión tomando fotos y/o grabando conversaciones de audio y vídeo. Ahora bien, con reservas. Según las autoridades, el profesional que se dedica a la investigación privada solamente puede grabar una conversación de audio cuando esté participando en ella, en caso contrario esta no podrá ser utilizada como prueba en un juicio e, incluso, puede repercutir en problemas legales. La obtención del material fotográfico y audiovisual queda prohibida, así mismo, en los espacios privados, como es el interior de una vivienda —aunque pueda verse el interior desde la ventana—, tampoco en los baños públicos.
Atentar contra la privacidad en las comunicaciones
Los medios utilizados para recopilar la información no deben atentar contra la privacidad en las comunicaciones. Esto quiere decir que los detectives privados no pueden hackear la información de la persona investigada, por ejemplo, para espiar el correo privado de los trabajadores, las conversaciones de WhatsApp de la pareja o para revisar las fotografías del teléfono móvil. Así mismo, la información que recopilan los detectives privados debe ser propia. Es decir, no pueden utilizar el material que les proporcionan sus clientes en los informes. Solo puede considerarse como pruebas propias aquellas que ha sido recopilada por él investigador.
Interferir en el comportamiento de los investigados
Un detective privado no puede interferir en el comportamiento de la persona que esté siendo investigada, señalan los expertos. El detective privado debe ser acorde a la realidad y no manipular las situaciones para que ocurran tal como el cliente espera. Tal como señalan los profesionales del sector, el detective es un mero transmisor de aquello que sucede. Además, las investigaciones deben realizarse durante varios días, para que puedan dar un reflejo real de lo que se presencia, concluyen los expertos.