En los últimos años, ha crecido la popularidad de los estudios genéticos entre la población. Seguro que has visto a alguien subir un vídeo sobre los famosos tests de adn que revelan cuáles son nuestras raíces genéticas, de qué parte del mundo son los genes de nuestros antepasados, y mucho más.
Aunque lo que más suele llamar la atención es la composición étnica, y es el principal motivo por el que nos sometemos a esta prueba, la realidad es que dichos tests proporcionan mucha más información sobre nuestra carga genética.
Nutrición según nuestro ADN
Sin ir más lejos, nuestro ADN puede decirnos a qué ingredientes somos intolerantes (como la lactosa, el gluten o incluso la fructosa). Además, cada uno de nosotros metaboliza mejor o peor ciertos alimentos, y esto también nos lo revela un estudio genético. Quizás a una persona no le sienta especialmente bien el arroz y a otra sí; cada persona es un mundo. ¿Qué vitaminas necesitas? ¿Y minerales? ¿Los triglicéridos o el colesterol pueden ser un problema para ti? Estas son algunas de las preguntas que responderán tus genes.
Deporte definido por el ADN
Algo parecido ocurre con el ejercicio físico. Podemos destacar en deportes de fuerza o quizá nuestro cuerpo esté mejor preparado para la resistencia. Sabiendo esto, podemos prevenir lesiones cuando estemos preparando nuestra rutina física o practicando nuestro deporte favorito.
Personalidad en nuestros genes
Por raro que pueda parecer, la personalidad tiene una carga genética muy importante. Si todo dependiese de la educación o la familia que hemos tenido, ¿por qué muchos hermanos son tan diferentes entre ellos? Porque sus genes determinan gran parte de su forma de ser.
Ciertos rasgos, como el grado de extroversión o introversión, o la estabilidad emocional, podemos conocerlos gracias a un análisis genético.
Prevención de enfermedades gracias a tests de ADN
Otro de los motivos por los que estos tests son tan demandados es porque tienen la capacidad de prevenir enfermedades gracias a la información que nos dan. Algunos rasgos psicológicos, por ejemplo, pueden ser factores de riesgo para sufrir depresión. Sabiendo previamente que tenemos predisposición, la prevención es más sencilla e individualizada para cada persona.
Cada uno de nosotros tiene mayor predisposición a ciertos problemas, y un estudio genético nos puede ayudar a ser más conscientes y a vivir mejor.
Como el ADN es algo que no cambia a lo largo del tiempo, que siempre es constante, no importa si tienes tres años o cincuenta. Lo importante es que puedas recabar una muestra de tu saliva para que la analicen en los laboratorios, y con el avance de la ciencia los resultados pueden estar disponibles en 24 horas.
El ADN es invariable y único para cada individuo. Por eso, pueden surgir dudas con respecto a la privacidad, pero lo cierto es que los datos son tratados de acuerdo a la ley de protección, y no los venden ni ceden a ninguna tercera parte; tu carga genética está a salvo.
Lo que es seguro es que la popularidad de estas pruebas irá en aumento, no solo por la mera curiosidad que podamos tener, sino por su importancia dentro del ámbito sanitario.