Hoy celebramos la vida y las obras de este Doctor de la Iglesia, que fue teólogo, fue filósofo y un muy fructifico pensador y escritor, que logó modelar el pensamiento cristiano moderno, cuya obra y trabajo hizo que se convirtiera en el santo patrón de Universidades y de la mayoría de las Escuelas y Colegios Católicos.
Santo Tomás de Aquino
La biografía de este honrado Doctor de la Iglesia ha llegado hasta nuestros días gracias al trabajo de Tolomeo de Lucca y a Dominic Prümer, aunque lamentablemente no se han podido poner de acuerdo sobre las fechas concretas de su nacimiento y de su fallecimiento. Se dice que su nacimiento fue precedido de una profecía, porque un varón santo que llevaba una vida ermitaña le profetizó a su madre Teodora que tendría un hijo que iba a entrar “en la Orden de los Frailes Predicadores” y que su santidad y sus conocimientos destacarían de una manera impresionante durante su vida y que luego no sería posible encontrar a otro individuo que lo igualara.
Gracias a esta profecía, cuando Santo Tomás de Aquino nació, su madre Teodora lo envió a estudiar a un convento de Monjes Benedictinos, ubicado en Monte Casino, de modo que su educación comenzó allí, a la temprana edad de 5 años. Estando en el convento, comenzó a demostrar su predilección por las doctrinas de la fe cristiana, pero también comenzó a cuestionarse sobre muchos aspectos de su contenido.
Desde temprana edad, los monjes lo recordaban como el niño que siempre había esta pregunta ¿Qué es Dios? Siempre demostró una curiosidad insaciable y un intelecto privilegiado, cuya existencia hizo imposible que sus pensamientos pasaran desapercibidos y su discurso era tan sabio que era tenido en mucha estima por sus profesores.
Santo Tomás de Aquino nació en el seno de una familia con dinero, pero el camino hacia una vida religiosa no le fue nada fácil, porque sus familiares siempre intentaron disuadirlo de que renunciara a la carrera religiosa, incluso sus hermanos llegaron a contratar a una prostituta para tentarlo y hacer que cometiera pecado.
Se dice que ante ese trance, Santo Tomás de Aquino empuñó un hierro de chimenea candente y en ese momento hicieron su aparición dos ángeles en el mismo cuarto para darle ánimos para que continuara con su vocación religiosa. Entre sus muchas ideas y pensamientos que se han difundido por todo el mundo cristiano, se influyó mucho en la filosofía y la teología, con su Tesis sobre las Dos Vías del Conocimiento de Dios, que el llamo la vía negativa y la vía afirmativa.
Con relación a la vía negativa, Santo Tomás de Aquino expuso que debían ser eliminados los predicados negativos con los que ha sido rodeada la figura de Dios, precisamente porque es Dios y su figura superará cualquier posibilidad o límite. En cuanto a la vía afirmativa, Santo Tomás de Aquino expuso que debe propenderse a enunciar todas las cualidades que rodean a Dios y, sobre todo, sus valores de carácter positivo.
Santo Tomás de Aquino ha sido declarado como el mejor exponente de la enseñanza escolástica, así mismo se le considera una de las más completas mentes de la teología sistemática, esto es, de enseñar teología de acuerdo a un sistema o programa. Su obra es de absoluta relevancia en el mundo de la metafísica, porque sus obras son las que más fueron citadas durante el siglo XIII, convirtiéndose en el punto de referencia de algunas escuelas del pensamiento, que en honor a él recibieron el nombre de las escuelas tomistas y neotomomistas. La Iglesia católica lo nombró Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera que la obra que Santo Tomás de Aquino fue fundamental para los estudios de filosofía y teología, además fue el principal defensor clásico de la teología natural.
Se dice que nació en la ciudad de Roccasecca, Italia, aunque no hay concierto si fue en el año 1224 o 1225, y falleció en la Abadía de Fossanova el 7 de marzo de 1274.
Aunque Santo Tomás de Aquino es una de las figuras filosóficas y teosóficas más importantes de la Iglesia Católica, el día de hoy no lo celebramos únicamente a él, sino que también es el onomástico de San Amadeo de Lausana, San Jacobo de Palestina, San José Freinademetz, San Juan de Cuenca, San Juan de Réome, San Julián de Cuenca, Beato Bartolomé Aiutamicristo, Beato Julián Maunoir, Beata María Luisa Montesinos Orduña y Beata Olimpia Bidà.