Cuando los padres comen alimentos frescos y saludables todos los días y dan ejemplo de nutrición saludable, el interés de los más pequeños por las frutas y verduras también crece, aunque no parezca fácil.
Algunos niños se echan a llorar con solo mirar la coliflor, la lechuga o el calabacín. Pero los padres pueden alentar a sus hijos a comer alimentos saludables sin ningún intento de soborno.
1¿Por qué es tan difícil comer tus verduras? Resulta que la respuesta podría estar en un nombre
Brian Wansink, profesor de Cornell y autor de Mindless Eating: Why We Eat More than We Think, descubrió que darle a las verduras un nombre atractivo de repente las hace deliciosas. En un experimento de seis semanas en el Laboratorio de Alimentos y Marcas de Cornell, Wansink descubrió que las personas que comían porciones de pescado preparadas de manera idéntica calificaban la comida de manera diferente cuando tenían nombres diferentes.