Enrique Olivares García, el falso cura que fue condenado en el año 2014 por asaltar la casa del extesorero del PP, Luis Bárcenas, y secuestrar a su familia, ha fallecido en Cuenca a los 72 años, según ha adelantado El Día digital.
Olivares falleció por causas naturales a las 8.00 horas del sábado, según han confirmado fuentes del Tanatorio Ronda Alameda de Cuenca, donde se instaló el velatorio. El funeral se ha celebrado este domingo a las 10.00 horas en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz de Cuenca.
Enrique Olivares fue condenado en el año 2014 por un delito de allanamiento de morada, tres delitos de secuestros, tres delitos de amenazas, un delito de tenencia ilícita de armas y tres faltas de lesiones y, actualmente, estaba en tercer grado penitenciario. Esto le permitía dormir en su domicilio con control telemático.
Los magistrados fijaron expresamente en 18 años de prisión el límite máximo de cumplimiento efectivo de la condena del acusado, por lo que quedarían extinguidas el resto de las penas impuestas una vez cubierto dicho máximo.
Iba a ser interrogado en octubre de 2020 en el marco de la operación Kitchen, pero el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón decidió suspender el mismo tras el reconocimiento forense que comprobó que no estaba en facultades para declarar.
El magistrado le citó como posible cómplice en los delitos de malversación y cohecho del operativo policial organizado para espiar a Bárcenas. De hecho, ya en 2019 ordenó investigar el listado de las personas que habían acudido a visitar a Olivares en la cárcel, las llamadas que había recibido durante su estancia en el centro penitenciario, así como la identidad de las personas que hubieran efectuado ingresos en las cuentas de peculio –250 euros en los primeros días del mes–, a raíz de una petición que realizó la Fiscalía Anticorrupción en enero de ese año.
Entre las diligencias, el juez también pidió averiguar el origen del revólver utilizado por el falso cura en el asalto para intentar determinar si era una de las personas captadas por la trama ‘Kitchen’.
Se trataba del arma con la que, una vez que entró en la casa tras hacerse pasar por un cura de Instituciones Penitenciarias para tramitar la libertad condicional de Bárcenas, amenazó a Rosalía Iglesias, su hijo Guillermo y a una empleada doméstica. «O me decís la información que tumbe al Gobierno u os mato«, les advirtió, según consta en el atestado policial, incluido en el sumario del caso ‘Kitchen’.