Aprender cosas nuevas o recordar eventos a menudo requiere mucha atención y esfuerzo mental. Por otro lado, preferimos distraernos de momentos y eventos dolorosos porque son malos recuerdos.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas en Austin muestra que a través del enfoque y el esfuerzo, podemos olvidarnos intencionalmente de los malos recuerdos.
1Controlar los pensamientos y la atención
Para comprender este proceso, se debe tener en cuenta que los recuerdos no son estáticos. Como explican los científicos, esta es una estructura dinámica del cerebro que se actualiza y adapta regularmente a través de la experiencia. Guardamos y olvidamos información automáticamente mientras dormimos.
Para acelerar el proceso de olvido, investigaciones previas han aconsejado reducir la atención a la información dañina. Por ejemplo, distrayéndote de las experiencias negativas o tratando de suprimir conscientemente los recuerdos.