Llegan estas fechas y con ellas las comidas familiares y las reuniones alrededor de la mesa donde la comida se convierte en uno de los principales atractivos para todos. Durante las navidades el cordero es una apuesta segura para servir en la mesa. Sin duda alguna se trata de un producto cargado de valor tradicional y cultural que, en estas fechas, es el anfitrión de muchas comidas y cenas.Acompañándonos en la mesa a lo largo de los años, desde Consejo Regulador I.G.P. ‘Cordero de Extremadura’ nos han revelado algunas curiosidades sobre este producto que nos serán muy útiles en estos días a la hora de elegir nuestros menús.
Es una carne con mucha grasa
El factor que más influye es la edad y el tipo de alimentación del animal. La carne de cordero es un fuente importante de proteínas, vitaminas y minerales por lo que es perfecta para incluirla en una dieta equilibrada. En el caso del Cordero de Extremadura, es una carne con poca grasa debido principalmente a la edad de sacrificio de los corderos y a los métodos de crianza.
Tiene un sabor y un olor fuerte
El sabor y el olor de un cordero aumenta en función de la edad y de la alimentación. El olor y sabor fuerte es una característica propia de los corderos mayores de un año de edad.
Es una carne con un precio asequible
Erróneamente se cree que la carne de cordero es cara durante todo el año. Si bien es cierto que, debido al elevado consumo estacional que aumenta durante determinadas épocas como es la Navidad, el precio del cordero varía a lo largo del año como con el resto de productos frescos.
Es complicado de digerir
La carne de cordero se suele asociar a grandes comilonas; eso puede llevar a la creencia de que es una carne ardua a la hora de digerirla. Todo lo contrario, su contenido en treonina -un aminoácido que compone la proteína de la carne- facilita el esfuerzo digestivo y metabólico. Lo que hace pesada su digestión bien podría ser elconjunto de la receta y no el producto en sí.