En este día, previo a una de las más sagradas celebraciones católicas, festejamos a San Antonio de Santa Ana Galvao, religioso que llegó a ser el presbítero de la Orden de Hermanos Menores, cuya vida religiosa la dedicó completamente a la predicación y a hacer penitencia. Con su esfuerzo y su trabajo católico pudo fundar el Retiro de la Luz.
San Antonio de Santa Ana Galvao
En vida, fue un religioso nacido en Brasil, y si hacemos caso a los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística, en España existe alrededor de 666.500 individuos del sexo masculino que han sido bautizados con el nombre de Antonio, ¡menos mal que no hay 166 más, porque podría resultar un poco intimidante!
Aunque posiblemente la causa de su bautizo como Antonio se deba a otros santos que tienen el mismo nombre inicial, pero ello no impide que puedan recibir sus respectivas felicitaciones el día de hoy, así que anímate y felicita a ese Antonio que tienes cerca, aunque tengas por costumbre hacerlo todos los 17 de enero, que es el día que corresponde al santoral de San Antonio Abad. Y eso que no hemos tomado en cuenta el dato de las mujeres que también han sido bautizadas con el nombre de Antonio, porque de seguro la cifra podría quizás multiplicarse por dos.
San Antonio de Santa Ana Galvao nació en un pueblo llamado Guaratinguetá, en Sao Paulo y llegó a ser el presbítero de la Orden de los Frailes Menores Alcantarinos, también llamados Descalzos. El proceso de su canonización y santificación se llevó a cabo gracias a que pudo demostrarse su intercesión en varios milagros concedidos a personas que tenían enfermedades de los riñones y a mujeres en estado de gestación.
Esta santo, que vivió en el siglo XVIII, estudió en el Colegio Belén, que era dirigido por padres de la Orden Jesuita, entre los años 1752 y 1752, y tenía la intención de abrazar la vida religiosa uniéndose a la Orden de la Compañía de Jesús, pero fue su padre quien lo instó a que ingresara en la Orden de los Hermanos Menores Descalzos, creada por la reforma realizada por San Pedro de Alcántara.
Su vida religiosa se inició a los 21 años, cuando ingresó para ser novicio del Convento de Sao Buenaventura, aunque tenía dotes para ser un profesional y tener una vida social prometedora. Fue en el año 1761 cuando logró pronunciar sus solemnes votos como religioso y ya en 1774 logra fundar la congregación del ‘Recolhimento de Nossa enhora da Conceicao da Divina Providencia, pero su labor no se quedó sólo allí, sino que también ayudó en la construcción del Monasterio de la Luz, que aún existe en Sao Paulo y que fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Llegado el año 1811, San Antonio de Santa Ana Galvao, inquieto por extender más allá la labor cristiana y el trabajo de Dios, funda también el Monasterio de Santa Clara, en la ciudad de Sorocaba, lugar en el que se quedó por un lapso cercano a un año, asegurándose de que esta nuevo Monasterio y la comunidad a la cual pertenecía se encontraban bien encaminados.
Finalmente, San Antonio de Santa Ana Galvao falleció en el año 1822 y sus seguidores solicitaron que fuera enterrado en el Monasterio que él fundó, el de la Luz, convirtiéndose en un sitio de peregrinación para sus devotos.
Pero, en esta fecha no se celebra únicamente la santificación de San Antonio de Santa Ana Galvao, sino que ésta reconocida figura eclesiástica está acompañado en su celebración de: San Juan de Kety, San Ivón, San Juan Stone, Santa María Margarita de Youville, San Sévulo, San Thorlaco, el Beato Hartman y el Beato Pablo Meléndez Gonzalo.