Correos cree que la huelga convocada por CC.OO. y UGT para los días 5, 7 y 12 enero es «injustificada» y niega que el nuevo modelo de distribución aprobado por la compañía vaya a suponer una reducción de los puestos de trabajo.
A través de un comunicado emitido para valorar la convocatoria de huelga, la empresa pública postal asegura que el número de empleos en las unidades de reparto se mantendrá igual y que lo que cambia es solo la forma de organización «para ganar en eficiencia».
«Este proceso viene marcado por el aceleramiento de la caída de la actividad postal y la necesidad de adaptar las infraestructuras y los medios para la entrada de nuevos negocios y la consolidación de la paquetería, además de mantener el compromiso firme con la prestación del servicio público de calidad que tenemos encomendado», señala la empresa.
Correos explica que los cambios organizativos no afectan tampoco a las condiciones laborales de los empelados ni a la ciudadanía, cuyo servicio garantiza que no se alterará, sino que, al contrario, ganará «en eficiencia y agilidad».
La compañía señala que las tareas que hasta ahora venían identificándose como individuales pasan a ser colectivas, fomentándose el trabajo en equipo y el reparto equitativo de las cargas de trabajo, debido a que se pasa de zonas de trabajo estancas e individuales a áreas comunes, y a trabajar en equipos previamente definidos y que estarán formados generalmente por cuatro carteros.
También aclara que el nuevo modelo no pretende el cierre de carterías y que no se sustituirá a los carteros por personas de su filial Correos Express, algo que los sindicatos temen que se haga para atender los repartos con trabajadores subcontratados.