La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha defendido al diputado de la CUP en la Cámara Pau Juvillà tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), algo que ha levantado críticas y quejas de la bancada de Cs, tras lo que ha expulsado a su portavoz, Nacho Martín Blanco, por insistir en intervenir sin turno de palabra.
Borràs ha sostenido que la sentencia, que no es firme y que inhabilita seis meses a Juvillà, representa un abuso del poder judicial, y ha proclamado: «Este Parlament es la sede de la soberanía del pueblo de Cataluña, y de nuestra determinación política depende que no se salgan con la suya aquellos que la querrían diluida».
Ha remarcado que mantiene su compromiso con preservar los derechos y deberes de los diputados y ha dicho que Juvillà ha sido condenado por haber mantenido lazos amarillos en su despacho de concejal en Lleida en una campaña electoral «de unas elecciones en las que ni él ni su partido concurrían», ha destacado para abrir el pleno, en una intervención que ha recibido un largo aplauso de diputados.
CRÍTICAS DE CS
Martín Blanco ha pedido la palabra tras la intervención, algo que Borràs ha descartado porque ha replicado que, como presidenta del Parlament, tiene atribuida la posibilidad de realizar una intervención inicial al empezar el pleno –que este martes incluirá un debate específico sobre salud mental–.
Tras insistir Martín Blanco y Borràs avisarle de que debería abandonar la sala si seguía pidiendo la palabra, la presidenta le ha expulsado del hemiciclo; luego ha pedido intervenir el líder de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, a quien Borràs tampoco le ha permitido hacerlo.
Después lo ha hecho el diputado de Cs Matías Alonso, que ha acusado a Borràs de mantener una «postura absolutamente en desacuerdo» con el reglamento del Parlament, y la presidenta le ha exigido no lanzar acusaciones de mantener una conducta totalitaria.
«Usted no sabe qué significa totalitario. Si lo supiera, no lo utilizaría. Es un concepto que le ha costado la vida a muchas personas», ha dicho Borràs tras negarle la palabra, que después ha pedido también Anna Grau (Cs), quien ha atribuido a la presidenta de la Cámara falta de imparcialidad, a lo que ella le ha recordado que tampoco tenía la palabra y ha dado inicio al debate sobre salud mental.