Las negociaciones entre los ministros de Pesca de la Unión Europea para fijar las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2022 se han prolongado toda la madrugada de este martes, sin que se vislumbre un acuerdo todavía antes de la mañana.
Los debates en Bruselas se han alargado toda la noche, con especies como el lenguado y el bacalao en el centro de las discusiones y como principales escollos para alcanzar un acuerdo sobre el reparto de las cuotas pesqueras, han informado fuentes europeas.
La merluza sur, que se pesca en el Cantábrico y entre el cabo Finisterre y el golfo de Cádiz, es uno de los principales intereses para España. La última propuesta de compromiso contempla una reducción de las capturas del 12 por ciento, mejorando el recorte inicial del 18,5 por ciento planteado por la Comisión Europea en su documento base, pero todavía lejos del objetivo de España de mantener la cuota del año pasado.
En el caso del lenguado de caladero nacional, la propuesta negociada durante la noche recoge una disminución de un cinco por ciento en la cuota pesquera, una mejora con respecto al 15 por ciento propuesto por Bruselas.
España también pelea para limitar el recorte en los días de esfuerzo para la flota de arrastre en el Mediterráneo, un asunto que tampoco ha avanzado durante los debates, han apuntado las fuentes consultadas.
Por todo ello no se prevé un pacto a Veintisiete hasta entrada la mañana. El Consejo de Pesca para decidir los Totales Admisibles de Capturas (TAC) arrancó formalmente el pasado domingo y se centra en los 23 stocks cuya gestión corresponde exclusivamente al bloque europeo, después de la salida de Reino Unido de la UE.