Científicos han recurrido a Marte para ayudar caracterizar e identificar planetas habitables similares a la Tierra en otros sistemas solares.
Un equipo multidisciplinario internacional de modeladores, científicos observacionales y teóricos de tres disciplinas científicas (física espacial, ciencias planetarias y astrofísica) ha estado trabajando sinérgicamente para extrapolar su conocimiento actual de Marte para determinar qué planetas más allá del sistema solar de la Tierra tienen más probabilidades de albergar vida.
La respuesta depende de las atmósferas de los exoplanetas y de lo que se necesita para que cada planeta retenga esas atmósferas, incluido Marte si estuviera dando vueltas alrededor de una estrella diferente.
Un ejemplo que el equipo está estudiando es el caso del «Exoplaneta Marte» que orbita una estrella tenue de clase M, que es solo un 4% más brillante que nuestro sol y casi 3.000 grados Celsius más fría. Esta investigación proporcionará una mejor comprensión de cuánto tiempo un planeta como Marte podría retener una atmósfera si orbitara esta estrella más pequeña, más fría pero más activa. Los resultados preliminares indican que la velocidad a la que el exoplaneta Marte perdería su atmósfera sería mayor de lo que ha experimentado el planeta del mundo real.
«Marte es un notable experimento natural que demuestra cómo su atmósfera y, por lo tanto, su habitabilidad pueden verse afectadas por las propiedades tanto del planeta como de la estrella que orbita», dijo en un comunicado David Brain, investigador planetario de LASP y líder del equipo. El desafío, agregó, es reunir la experiencia, las observaciones y los resultados del modelo para comprender la importancia relativa de cada propiedad, con el objetivo de hacer predicciones sobre la habitabilidad de planetas individuales que orbitan otras estrellas.
Este enfoque multidisciplinario y de vanguardia es posible gracias a los nuevos campos magnéticos, la atmósfera y la conexión a la habitabilidad (MACH) del Centro de Ciencias DRIVE de la NASA, que lidera Brain. Los Centros de Ciencias DRIVE (DSC) son parte de la iniciativa integrada de múltiples agencias de la NASA para abordar los grandes desafíos.
«Nuestro centro ha reunido a expertos de muchas disciplinas científicas para abordar en colaboración cuestiones de gran alcance como la habitabilidad de planetas alienígenas», dijo Brain.
Organizar a científicos de muchas disciplinas diferentes no siempre es fácil. Brain dijo que los miembros del equipo han tenido que aprender a comunicarse de manera más efectiva y descubrir cómo fusionar modelos desarrollados por científicos en disciplinas que divergieron entre sí en las últimas décadas.
«Juntos estamos averiguando qué físicas son importantes para incluir y cómo vincular modelos, mientras nos aseguramos de que los miembros del equipo se sientan escuchados y sean inclusivos en el proceso», explicó Brain.