El director de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS-Europa), Hans Kluge, se ha mostrado a favor de la vacunación de niños más pequeños, ya que «no solo reduce su papel en la transmisión de COVID-19, sino que también los protege de la gravedad pediátrica», y, por otro lado, en contra de exigir la vacunación a la población, ya que considera que es el «último recurso» en caso de «agotar todas las demás opciones viables para mejorar la aceptación de la vacunación».
En rueda de prensa, Kluge ha recordado que los datos muestran que la incidencia de la covid-19 es de 2 a 3 veces mayor entre los niños pequeños que en la población promedio. Esta situación no es «inusual» y los riesgos que conllevan «se extienden más allá de los propios niños».
«A medida que se acercan las vacaciones escolares, también debemos reconocer que los niños contaminan a sus padres y abuelos en el hogar, con un riesgo diez veces mayor de que estos adultos desarrollen una enfermedad grave, sean hospitalizados o mueran cuando no están vacunados», ha señalado.
Por tanto, ha recomendado en todas las escuelas primarias el uso de mascarillas, la ventilación en espacios interiores, y las pruebas periódicas. En cuanto a la vacunación infantil, ha afirmado que «debe ser discutida y considerada a nivel nacional, como parte de la medida de protección escolar».
En cuanto a la conveniencia de hacer obligatoria la vacunación contra el coronavirus, un debate abierto en el seno de la Unión Europea para contrarrestar la resistencia de parte de la población a inocularse, el director de la OMS-Europa considera que éste debe ser el «último recurso», y solo puede aplicarse «cuando se han agotado todas las demás opciones viables para mejorar la aceptación de la vacunación».
Aunque, ha señalado, «ha demostrado ser eficaz en algunos entornos para aumentar la absorción de vacunas. Pero la eficacia de los mandatos es muy específica del contexto. Se debe considerar el efecto que la obligación de la vacunación podría tener sobre la confianza del público, así como la aceptación de la vacunación».
«Lo que es aceptable en una sociedad y comunidad puede no ser efectivo y aceptable en otra. La vacunación obligatoria debe estar respaldads por consideraciones políticas apropiadas, un plan de implementación integral, que incluya disposiciones para exenciones, y un componente de comunicaciones sólido para la población», ha añadido.
Y, en última instancia, esta obligatoriedad «nunca deben contribuir a aumentar las desigualdades sociales en el acceso a los servicios sociales y de salud. Cualquier medida que pueda restringir un derecho o movimiento de una persona, como encierros o mandatos, debe asegurar que se cuide la salud y el bienestar mental, que se cuente con un medio de prevención y detección temprana y manejo de la violencia y que el apoyo microeconómico esté disponible para los más afectados», ha señalado cerrando el tema.
PIDE A LA POBLACIÓN QUE SE VACUNE Y PROTEJA
El mes pasado, la OMS Europea alertó de que se podría perder medio millón de vidas más a principios de 2022, a menos que se tomaran medidas urgentes. «Exhortamos a los Gobiernos y a las personas a tomar medidas inmediatas para reducir la transmisión», mediante la implementación de medidas estabilizadoras de pandemia.
Estas medidas, ha recordado, son aumentar la absorción de vacunas, administrar un refuerzo, duplicar la tasa de uso de mascarillas en interiores, la ventilación de espacios concurridos, y la adopción de rigurosos protocolos terapéuticos para casos graves.
«Ha pasado un mes y han muerto 120.000 personas más, y la Región ha sumado otros 10 millones de casos de Covid-19 a su recuento. Para fines de esta semana, 1 de cada 10 personas en Europa y Asia Central habrá tenido la infección confirmada por pruebas de laboratorio», ha alertado.
Mientras se acerca las Navidades, las muertes reportadas debido a la Covid-19 han alcanzado un nivel alto, cerca de 4.100 muertes al día, duplicando las 2.100 muertes al día que se producían a finales de septiembre de 2021. Mientras que las muertes reportadas acumuladas han pasado de 1,5 millones en los 53 países de miembros hace dos semanas.
No obstante, Kluge ha admitido que, aunque la tasas de notificación de casos han aumentado en todos los grupos de edad, con tasas altas en el grupo de edad de 5 a 14 años, hasta duplicarse en los últimos dos meses, «las muertes por COVID-19 se han mantenido significativamente por debajo de los picos anteriores. Por lo tanto, la mortalidad habría sido mucho peor sin la vacunación».
El 55 por ciento de todas las personas en Europa y Asia Central están completamente vacunadas, y en 43 de 53 países ofrecen ahora una dosis de refuerzo adicional a sus poblaciones más vulnerables. Estos datos le han llevado a recordar el estudio de la Oficina Regional de la OMS Europa y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y publicado en noviembre, que estima que se han salvado al menos 470.000 vidas entre las personas de 60 años o más gracias a la vacunación.
«Esta es una afirmación abrumadora del valor de las vacunas y la ciencia, un testimonio del compromiso del Gobierno y de los trabajadores de la salud y, sobre todo, un gran reconocimiento de la aceptación y el apoyo del público para abordar esta pandemia», ha señalado.