El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha ofrecido al nuevo enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, todo el apoyo de España para «relanzar el diálogo» entre las partes y encontrar una solución al conflicto.
El encuentro, celebrado en los márgenes de la séptima edición de los Diálogos Mediterráneos en Roma, es el primero entre ambos desde el nombramiento de De Mistura a principios de octubre por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
«Le he felicitado por su nombramiento y trasladado el compromiso de España, miembro del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, a apoyarle para relanzar el diálogo», ha señalado Albares sobre su reunión en Twitter.
Fuentes diplomáticas han indicado que el ministro le ha reiterado la voluntad del Gobierno de colaborar estrechamente con él con vistas a «impulsar la búsqueda de una solución política mutuamente aceptable» y basada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
En este sentido, el ministro ha ofrecido a De Mistura apoyo para «facilitar su tarea» –España ha puesto en el pasado aviones a disposición del enviado de la ONU para facilitar sus desplazamientos y visitas a la región–, han precisado las fuentes.
COMPLEJIDAD DE LA SITUACIÓN
Albares y De Mistura han tenido ocasión también de hablar «sobre la complejidad de la situación en la región», en un momento en que el Frente Polisario considera roto el alto el fuego desde hace más de un año y donde Argelia decidió el pasado agosto romper relaciones diplomáticas con Marruecos y más recientemente ha acusado a Rabat de haber matado en un bombardeo a tres camioneros marroquíes.
España forma parte, junto con Estados Unidos, Rusia, Francia y Reino Unido, del llamado Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, que funciona como una plataforma de concertación y apoyo a la labor de Naciones Unidas por parte de los países más comprometidos con la cuestión del Sáhara Occidental. Según han resaltado las fuentes, Albares es el primer ministro de este grupo en reunirse con De Mistura.
Su nombramiento vino a llenar el hueco dejado casi dos años y medio antes por su predecesor, el expresidente alemán Horst Koehler, quien renunció por motivos personales. De su mano, el proceso político vivió un nuevo impulso con reuniones a las que asistieron tanto el Gobierno de Marruecos como el Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
El nombre de De Mistura, un italo-sueco que cuenta en su currículum con haber sido enviado especial para Siria, Afganistán e Irak, ya había sonado con fuerza en mayo, cuando el Polisario dijo que le había dado su apoyo, pero Marruecos no dio luz verde hasta septiembre. El propio Guterres reconoció este verano que tanto Rabat como el Polisario habían tumbado más de una decena de candidatos.