Aproximadamente uno de cada cinco perros, según algunos estudios, muestran problemas de comportamiento cuando se quedan solos en casa.
Lloran, ladran o aúllan, causando molestias a vecinos… O muerden y rascan muebles, el suelo, las puertas, el sofá, … O se hacen pis y caca, aunque acaben de salir a la calle…
Los humanos que conviven con estos perros tienen un problema muy grande cada vez que quieren o necesitan salir de casa. Algunos hace meses (o incluso años) que no van a cenar o al cine con su pareja, por no dejar al perro sin compañía. O que no salen a tomar algo con amigos. O tienen que agachar la cabeza cada vez que se cruzan con el vecino que ya les ha puesto una denuncia.
Es un problema que genera mucha frustración a las personas, sobre todo porque no se suele conocer la causa, y porque el remedio no es algo que se venda en una tienda ni se aplique en dos días.
«Estos perros tienen un problema de gestión emocional real. No saben manejar el hecho de quedarse solos en casa, y cada vez que eso pasa entran en una especie de ataque de pánico o de ansiedad. Y eso es algo que solo se resuelve ayudando al perro a gestionar emocionalmente la soledad. Cada día, cada hora, cada minuto que se quedan solos, están sufriendo y la situación se agrava», dice Carlos Míllara, educador canino especialista en Ansiedad por Separación Canina.
Carlos es el creador de CANMIGOS, una empresa que trabaja exclusivamente con perros con este problema. Es el primer (y de momento el único) español certificado como especialista en Ansiedad por Separación en Perros (CSAT).
Tus familiares y amigos no te entenderán
Solo quien tiene (o ha tenido) un animal con Ansiedad por Separación es consciente de lo que puede condicionar la vida.
Carlos cuenta que «llegan a nosotros familias con problemas entre ellos por diferencias de opiniones al respecto del perro. O que quieren evitar que sus peludos sufran y sus conocidos no les dan el soporte y la comprensión necesaria: no les entra en la cabeza que no puedan salir de casa para no dejar al animal solo. Por eso, cuando se ponen a trabajar el problema, con nuestra ayuda, y el perro pasa de vocalizar en cuanto te diriges a la puerta a permanecer tumbado una ausencia de 10 segundos, eso es un gran primer avance y un éxito para ese perro y esa familia».
Algo que desde fuera cuesta entender. Y por eso en la cuenta de Instagram de CANMIGOS comparten a menudo contenido donde van mostrando la evolución de los canes a los que ayudan.
«Para nosotros es importante mostrar que el problema se puede trabajar y que los animales mejoran. Que las personas con perros con Ansiedad por Separación sepan que, con esfuerzo, hay esperanza y sus peludos (y ellos mismos) pueden vivir mejor y ser más felices», afirma Carlos.
En el pipican todos somos adiestradores y educadores caninos
«Se trata de un problema diferente a los demás. Ocurre cuando el animal está solo. Y cada perro, como individuo que es, gestiona sus emociones de una manera diferente. Por esto resulta clave adaptar el trabajo a realizar a cada animal, y no dejarnos llevar por los consejos que nos dan otras personas con perros, pues muchas veces se trata de falsos mitos que pueden causar problemas mayores. Porque meter a un perro con Ansiedad por Separación en una jaula, ponerle un bozal o un collar eléctrico antiladridos, aparte de ser perjudicial para su bienestar (o incluso maltrato), no resuelve la causa del problema», afirma Carlos.
Y es que parece que por el hecho de tener un perro, ya sabemos mucho de ellos. No vemos a padres dando consejos no pedidos a otros padres acerca de la educación de sus hijos, o sobre cómo ayudarles a manejar miedos, inseguridades… Parece que con la paternidad/maternidad hay una mayor consciencia de nuestro propio desconocimiento, o de que lo que funciona para unos no tiene que ser igual con otros.
Carlos comenta que «esto no pasa con los perros. Si yo he tenido uno, que de cachorro he conseguido que se quedara solo y tranquilo ignorando sus ladridos y lloros, pienso que la Ansiedad por Separación se cura así, y me veo con la autoridad suficiente para explicárselo a quien se cruce en mi camino con este problema. Pero no estaría teniendo en cuenta que mi perro es diferente a los demás, o que incluso lo que le pasaba a mi peludo no era técnicamente Ansiedad por Separación, sino alguna otra cosa».
No en vano el Canal de YouTube de CANMIGOS cuenta con más de 100 vídeos relativos a la Ansiedad por Separación Canina. Y entre ellos hay varios donde explican los motivos por los que algunas personas recomiendan esas estrategias sin evidencias científicas detrás, y el por qué no funcionan.
Por todo ello, Carlos aconseja a las personas en esta situación que busquen ayuda de profesionales especializados que trabajen desde el respeto al animal, y hacia el objetivo de solucionar la causa de los comportamientos.
«Si nos mentalizamos de que los perros tienen emociones, como los humanos, será más fácil empatizar y entender que se trata de un problema en el que quien más sufre es el perro. Más que las personas de su familia. Más que los vecinos. Y es nuestra labor como humanos responsables de su bienestar, aparte de actuar desde el cariño que les podemos tener, el ayudarles a superar este problema que les afecta negativamente cada día», confirma Carlos.