‘Vengeance Is Mine, All Others Pay Cash’, firmada por el director indonesio Edwind, recala en la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid después de alzarse ganadora en Locarno. Una metáfora que analiza si hay espacio para el amor y la belleza en una sociedad que alimenta la masculinidad represiva.
Basada en la novela homónima y ambientada en la Indonesia de finales de los 80, evoca la época del llamado ‘Nuevo Orden’ del dictador Suharto que, según ha explicado el director en una rueda de prensa telemática, «normalizaba la violencia», mientras «todo se regía por estos estándares militares».
«La violencia permeaba la vida de toda la población, lo que, sin embargo, no quiere decir que también hubiera personas con esa sensibilidad», ha agregado Edwind sobre una historia que desafía ese contexto de violencia en contra del amor.
‘Vengeance Is Mine’ está protagonizada por Ajo Kawir (Marthino Lio), un joven fuerte y decidido que convive con el secreto de su impotencia, la cual no parece ser un obstáculo para su historia de amor con Iteung (Ladya Cheryl), cuyo dominio de las artes marciales fascina a Ajo Kawir después de que esta le pegue una paliza.
La película muestra así «un contexto en que la conducta humana tiene que adaptarse a un marco violento en el que todo lo que es humano y sensible representa algo que hay que eliminar o matar», ha señalado Edwind, quien asegura que el problema de su protagonista «se puede interpretar, en este contexto, como la impotencia de lo hermoso y del amor en un marco de violencia y de machismo».
«Ser hombre en esta situación implica una hipersimplificación de los modelos patriarcales y machistas», ha agregado para incidir en que «el concepto de la masculinidad se expresa de forma categórica y no deja espacio a la belleza y la sensibilidad porque los hombres están encerrados en casillas y todo lo que se sale de ellas es anormal y extermina lo humano».
Sin embargo, ‘Vengeance Is Mine’ quiere transmitir un mensaje de esperanza porque, igual que «en la naturaleza, hay criaturas que consiguen florecer en los lugares más hostiles». De la misma manera, ha añadido Edwind, «el amor es capaz de solventar muchos problemas y de que aprendamos en un contexto de violencia». Así, «en la película hay una historia de amor pero la violencia impregna todo el entorno de los personajes».
Además del director, ha intervenido también vía telemática en rueda de prensa la actriz principal, Ladya Cheryl, quien ha confesado que cuando Edwind le propuso este papel se sintió «muy contenta» porque siempre le ha interesado el perfil de luchadora: «Iteung es una mujer de acción, un personaje independiente, peleón y fuerte, tanto física como emocionalmente, pero que constantemente es víctima de abusos».
Una descripción de la que también se ha valido para denunciar la situación de las mujeres en Yakarta. «Cada noche me encuentro a tipos y situaciones que dan miedo, pero no se si es mejor intentar eludirlas o prender artes marciales para hacerles», ha ironizado.
Y es que, en la ficción, su personaje es combativo en todos los aspectos pero a lo que ha dado más peso Edwind es su capacidad de sobreponer su amor por Ajo Kawir ante cualquier obstáculo, incluso si la piedra en el camino se la pone ella misma, porque si de algo puede presumir Iteung es de tener claro lo que quiere.