La sociedad española es cada vez más longeva y esta situación presenta retos, oportunidades y también desafíos tanto para las Administraciones como para las empresas. Conocer el potencial que ofrece la “economía plateada” y cómo aprovecharlas ha sido el eje del Diálogo sobre el Futuro del Envejecimiento, en el que ha participado Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE. Este foro se enmarca en la Agenda 2050: Fundamentos y Propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo, que pretende coordinar esfuerzos para afrontar los retos y desafíos a los que España se enfrenta en las próximas décadas.
MAPFRE está participando en la Agenda 2050 como un actor destacado para, a través de su análisis y experiencia en diferentes ámbitos, ayudar a impulsar el debate, coordinar esfuerzos y garantizar la prosperidad de España en el mundo postcovid.
En este encuentro, Juan Fernández Palacios incidió en la necesidad de empezar por corregir los prejuicios arraigados al envejecimiento, como recomienda la OCDE. Así, las empresas pueden apoyar diseñando productos y servicios dirigidos específicamente a la generación sénior y tomando conciencia de la necesidad de aprovechar el talento de este colectivo en sus organizaciones.
Los poderes públicos, por su parte, deben apostar por el talento joven sin detrimento de los sénior, combinando la capacidad innovadora y la energía de los jóvenes con el conocimiento, la experiencia y la visión de largo plazo de los mayores. Asimismo, insistió en que hay que favorecer la posibilidad de que los mayores que quieran y estén en condiciones de hacerlo se mantengan en el mercado laboral. “A pesar de lo atractivo que parece un futuro sin trabajo, la experiencia indica que se envejece mejor y de forma más saludable siendo útil trabajando”, subrayó el director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE.
De hecho, según un estudio de Oxford Economics, los sénior son el grupo con mayor poder adquisitivo en España. Así, el gasto promedio de los mayores de 50 años en 2020 superó en un 28,5% al de aquellos en el tramo de edad de 25 a 49 años. Además, este informe refleja el potencial que todavía tiene la economía plateada: aumentar la tasa de empleo en el rango de edad de entre 55 y 64 años desde el nivel actual en España (menos del 50%) al de países como Nueva Zelanda (78%) permitiría incrementar el PIB en España en más de un 15% a largo plazo.
Juan Fernández Palacios también recordó que la tecnología juega un papel decisivo en el empoderamiento de este colectivo. De hecho, según el Barómetro del Consumidor Sénior, publicado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, el mito de la incompatibilidad de los trabajadores maduros con el mundo digital se destierra. Prueba de ello es que el 78% de los mayores de 55 años usa la tecnología día a día para cubrir sus necesidades de banca, consumo, ocio y formación.
Asimismo, insistió en la necesidad de establecer incentivos adecuados para elevar la edad efectiva de jubilación, eliminar obstáculos para el emprendimiento sénior, fomentar la jubilación activa y, por supuesto, reformar las pensiones, para conseguir un sistema sostenible y suficiente.
Estos diálogos, que sobre diferentes ámbitos está organizando la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de la Presidencia del Gobierno, pretende dar voz a diferentes protagonistas (gobiernos autonómicos y locales, empresas, patronales, universidades, think tanks, fundaciones, ONGs, etc) para diseñar las prioridades que España debe marcarse y cómo afrontarlas.
La experiencia de MAPFRE, a través de sus análisis y estudios y su apuesta por la economía silver, desarrollando productos específicos y proyectos para aprovechar el talento de este colectivo, pueden servir de ayuda para avanzar en la solución a este reto que España tiene ya ahora mismo.