El Papa ha instado a los jefes de Estado y de Gobierno que participarán el próximo fin de semana en las reuniones del G-20 que tendrán lugar en Roma (Italia) a reconocer las «asimetrías» que existen en el mundo a la hora de acceder al sistema sanitario o a las vacunas que están haciendo frente a la pandemia de COVID-19.
«La cumbre del G-20 en Roma debe considerar seriamente la relación entre los países no desarrollados y los desarrollados y reconocer las asimetrías existentes en el mundo, por ejemplo, en el acceso a la atención sanitaria, para superar mejor la pandemia», ha manifestado en una entrevista concedida a Télam, la agencia estatal de noticias argentina.
La esperanza del Papa es que el encuentro pueda servir «para rebajar las tensiones a nivel mundial», frente a las «escaladas de violencia que sólo provocan más violencia».
Además, según ha señalado, es el momento de pasar de las palabras a los hechos. «El partido se juega ahora», ha reiterado el Papa, que volvió a insistir en que la pandemia sólo puede ser superada si se unen todas las fuerzas.
En este sentido, ha señalado que hay que «poner nombre y apellido a las dificultades» que afronta la humanidad en el periodo post-pandémico. Un principio que, a su juicio, también se debe aplicar a los retos que plantea la COP26 sobre el cambio climático en Glasgow, que se celebrará del 1 al 12 de noviembre.
Francisco también ha hablado de los viajes Apostólicos que tiene previsto realizar en el futuro, empezando por el de Grecia y Chipre en diciembre. «Por el momento tengo en la cabeza dos viajes que todavía no los puse en marcha, que son el Congo y Hungría», mientras que ha asegurado que aún tiene que «pagar la cuenta atrasada del viaje a Papúa Nueva Guinea y Timor del Este», aplazados por la pandemia. Y ha agregado: «Siempre he pensado que se ve el mundo más claramente desde la periferia, y en estos últimos siete años como Papa lo he visto con mis propios ojos».
Finalmente, Francisco ha agradecido al argentino Lionel Messi, jugador del París Saint-Germain, la camiseta que recibió como regalo de manos del Primer Ministro francés Jean Castex, agradeciéndole su sencillez y su dedicación. «Gracias por la cercanía, por el testimonio y que no se te subieron los humos a la cabeza», ha dicho.