La vista convocada en la Audiencia Provincial de Baleares por una violación grupal a una menor de edad ha terminado este viernes sin acuerdo entre las partes, por lo que el caso irá a juicio en enero.
En la causa están acusados cuatro jóvenes para quienes la Fiscalía pide penas que suman 240 años de cárcel. La pena es tan elevada al considerar a cada procesado autor de un delito de agresión sexual y cooperador necesario en la participación de otros tres, por tratarse de una violación múltiple de forma simultánea.
Además, la Fiscalía pide otros siete años de cárcel para uno de los acusados por otro delito de favorecimiento de la prostitución de menores.
Los procesados han acudido a la Audiencia acompañados de numerosos familiares. Uno de los acusados, a su llegada al edificio judicial, ha negado su participación en los hechos y ha dado a entender que las relaciones sexuales fueron consentidas –afirmando ante los medios, en términos vulgares, que la víctima disfrutó de las relaciones–.
Tras varias horas en la Audiencia, finalmente los acusados han abandonado el edificio, tratando de tapar su rostro ante las cámaras con abrigos. Uno de los acusados, transportado desde prisión, también ha intentado ocultarse con una capucha al ser conducido por la Policía.
Los familiares de los procesados han increpado a los periodistas para que no grabaran y varios han realizado gestos insultantes a las cámaras. El juicio ha quedado señalado para el 28 de enero de 2022.
VIOLACIÓN GRUPAL
Los hechos se remontan a enero de 2016. Según el escrito del fiscal, tuvieron lugar en el domicilio de uno de los procesados, en Palma.
La Fiscalía sostiene que los chicos entraron con la víctima en una habitación, forzando la puerta con un palo, y le dijeron que debía mantener relaciones sexuales con todos ellos.
Siguiendo con el relato de la acusación, la chica se negó pero terminó manteniendo relaciones sexuales múltiples por miedo y ante la imposibilidad de defenderse.
Además, la Fiscalía acusa al morador de la vivienda de haber ofrecido «vender» a la chica, por 1.000 euros, a un quinto acusado –actualmente en busca y captura– para prostituirla. Supuestamente, ambos llegaron a un acuerdo para repartirse las ganancias. Con todo, la menor no llegó a ejercer la prostitución.
La Fiscalía recoge que la víctima, que tenía menos de 16 años en el momento de los hechos, quedó en estado de shock tras la violación múltiple y que como consecuencia de los hechos ha recibido tratamiento psicológico. La acusación pública aprecia una agravante de trato vejatorio y actuación conjunta de varias personas.
Además de la pena de cárcel, la Fiscalía solicita órdenes de alejamiento en favor de la víctima y una medida de libertad vigilada para los acusados por tiempo de diez años, una vez salgan de prisión.
Además, al morador de la vivienda le acusa de favorecer la prostitución y pide siete años de cárcel más, así como una multa de casi 8.000 euros. Igualmente, pide una indemnización de 100.000 euros para la víctima por los daños morales.