El consumo de cemento creció un 4,4% en septiembre respecto al mismo mes del año pasado, hasta alcanzar las 1,3 millones de toneladas, según los últimos datos publicados en la Estadística del Cemento difundida por la agrupación de fabricantes de cemento Oficemen.
En el acumulado de los nueve primeros meses del año, el consumo de cemento asciende a 11,13 millones de toneladas, lo que supone un crecimiento cercano al 12% respecto a 2020, ejercicio fuertemente marcado por la pandemia de coronavirus.
Por su parte, las exportaciones cayeron un 5,9% en septiembre, hasta las 482.241 toneladas, 30.000 menos que en el mismo período de 2020. Así, aunque en el acumulado del año las exportaciones mantienen un crecimiento del 22%, este porcentaje se sitúa 2,4 puntos por debajo del acumulado al cierre de agosto.
A esta situación se suma un crecimiento superior al 10% en el acumulado del año de las importaciones, tendencia que coincide con el incremento de los costes eléctricos, un factor clave en los costes variables de producción de la industria cementera.
«Lo que estamos viviendo con el precio de la electricidad es una gran amenaza para la competitividad del sector. Una vez convalidado en el Congreso el Real Decreto-Ley 17/2021, urge agilizar las medidas necesarias para garantizar la cobertura de los sectores industriales, con contratos bilaterales a precios razonables», reclama el presidente de Oficemen, José Manuel Cascajero.
Por eso, desde la agrupación cementera insisten en la necesidad de acometer un cambio estructural en el diseño del mercado eléctrico, con sistemas de compensación impositiva y exenciones como las aplicadas en Francia o Alemania.