El presidente de Cruz Roja en Canarias, Antonio Rico, ha advertido este viernes de que la «catástrofe» social y psicológica aparejada a la erupción volcánica de Cumbre Vieja «será larga en el tiempo» por lo que desde su institución se preparan varios programas de apoyo a los damnificados.
En declaraciones, ha apuntado que Cruz Roja ya está «pensando en el futuro» porque cuando pase la emergencia, que no será inferior a los tres meses, habrá que seguir dando apoyo a las personas desplazadas.
«Estamos en una fase muy primaria de la catástrofe, es algo más que una emergencia», ha destacado, subrayando que para la recuperación total de la isla se tardarán «años».
Cruz Roja cuenta con unas 70 personas trabajando sobre el terreno en La Palma y tiene una reserva de otras 300 en el resto del archipiélago para ir haciendo relevos, aparte de la gestión del albergue militar de El Fuerte, donde aún quedan personas desalojadas y va a seguir abierto.
Asimismo, ha comentado que también se encargan del avituallamiento y descanso de los efectivos de seguridad que participan en las labores relacionadas con la erupción.
Rico ha apuntado que Cruz Roja ya ha invertido 100.000 euros de fondos propios para atender las necesidades sociales en la isla y está preparando programas para combatir la soledad de las personas mayores, mejorar la movilidad de los discapacitados, reforzar el apoyo escolar en los niños y potenciar la igualdad y el empleo entre los jóvenes.
Al igual que comentó en días pasados el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, Rico ha señalado que las necesidades en alimentación y vestimenta están más que cubiertas y es preferible que fluya el dinero para ayudar a los damnificados.
Por eso, Cruz Roja ha abierto una línea de donativos y Rico ha señalado que «empiezan a aparecer otras necesidades» como «amortiguar» el impacto social, personal y emocional del desplazamiento pues «hay personas que han perdido todo lo que tenían, todos sus recuerdos, cosas íntimas, lo que les une a la tierra lo han perdido todo, necesitan apoyo, acompañamiento, que se les escuche como se enfrentan a esa pérdida para llegar a la normalidad».
En esa línea, ha insistido en que «ahora hace falta dinero para la rehabilitación» y después ayudar a las personas. «Ahí es como vamos a trabajar», ha indicado.