Después del shock que supuso el regreso de Edmundo Arrocet a España y su entrada en ‘Secret Story’ dos años después de su ruptura con Teresa Campos, la malagueña continúa con su rutina y, tranquila y demostrando que el humorista es un capítulo cerrado en su vida, ha reaparecido de lo más bromista y completamente ajena a las últimas declaraciones de su expareja.
Y es que después de asegurar que no había dejado a la veterana presentadora a través de un mensaje y llorar recordando lo mal que lo pasó con todo lo que se dijo tras su ruptura, Bigote está de nuevo en el ojo del huracán por confesar, sin rastro de remordimientos, que ha sido infiel pero que lo ha hecho «bien» – la clave de toda deslealtad para el chileno, que por otra parte asegura que todos alguna vez en su vida han echado una «canita al aire» – aunque por el momento no ha aclarado si fue a María Teresa a quien engañó durante su relación.
Al margen de estas nuevas y polémicas confesiones por parte de Edmundo, la madre de Terelu Campos ha ido a una revisión médica en su hospital de cabecera y, visiblemente tranquila y tirando de ironía, ha confesado como se encuentra. «Pues estoy con la mascarilla», aseguraba, pidiendo calma a los fotógrafos con un «a ver si me váis a tirar» mientras caminaba con paso firme del brazo de su asistente Gustavo. «Yo estoy bien gracias a Dios si me preguntas eso. ¡Ya no me quieras matar!», exclamaba, mucho más animada que el día que entró en directo en el programa de radio de Federico Jiménez Losantos para pedir que no asociasen su nombre al de Bigote porque era un tema que le hacía daño y que ya no tenía nada que ver con ella.
Ese día ya aseguró que no pensaba ver el paso de Edmundo por ‘Secret Story’ y, con la ironía que la caracteriza, confesaba que si el humorista decía que no la había dejado por un whats app y que no era la primera vez que rompían pero que había vuelto con ella por pena, «sería verdad porque él nunca miente, pero tengo aquí el mensaje». Además, rota en lágrimas, pedía que no le hablásemos de su expareja porque no estaba en su vida desde hace casi dos años.
Unas declaraciones en las que este martes se ha reafirmado, manteniendo que «no voy a contestar a nada sobre un tema del que ya he dicho lo que tenía que decir y no me compete». Una intención de dar carpetazo de una vez por todas a su historia con Edmundo Arrocet.
Y es que esperando proyectos profesionales y a punto de mudarse al edificio en el que vive Terelu a las afueras de Madrid tras haber cerrado la venta de su mansión por 2.4 millones de euros, Teresa afronta el futuro con optimismo y dejando claro que no piensa dar la réplica a las declaraciones de Bigote en ‘Secret Story’.