El bróker acusado de una estafa piramidal con criptomonedas volverá a declarar en la AN

El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal tomará declaración el 17 de septiembre al bróker Javier Biosca, en prisión provisional como presunto cabecilla de una estafa piramidal con criptomonedas que habría dejado cientos de afectados y de millones de euros estafados.

En una providencia, el responsable del Juzgado Central de Instrucción Número 1 acuerda volver a interrogar a Biosca a las 10.00 horas del viernes de la próxima semana, para lo cual ordena su traslado desde la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga), donde permanece desde el 8 de junio.

Biosca ya declaró ante el anterior responsable de dicho juzgado, Santiago Pedraz, que ordenó su ingreso en prisión provisional tras ser detenido en Málaga por otro asunto. En julio, compareció ante Abascal, al que aseguró que su intención no era engañar a los inversores, reivindicando que realmente el negocio que les proponía era muy rentable, según las fuentes consultadas.

Incluso manifestó que estaba dispuesto a colaborar con la Justicia aportando las claves de las cuentas bancarias y otras que sean necesarias para ir pagando a los inversores, si bien expuso al juez que, dado que no recuerda muchas, para ello tendría que ser puesto en libertad. De ser así, en tres o cuatro semanas quedaría resuelto, afirmó.

Su mujer y el hijo de la pareja, Paloma Gallardo y Sergio, que están acusados de los mismos delitos que el bróker por su presunto rol de captadores de inversores, también comparecieron ante Abascal para asegurar que no conocían nada de los negocios de su marido y padre. En su caso, el juez optó por retirarles el pasaporte pero les mantuvo en libertad.

La Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas, que ejerce la acusación popular y particular de perjudicados que se querellaron contra Biosca, ha insistido en un escrito en que la mujer debe ingresar igualmente en prisión provisional.

Asevera que tanto ella como su hijo «sabían todo acerca del negocio». En el caso de Gallardo, precisa que «era la encargada de realizar las numerosas fiestas que se celebraban para la captación de clientes, poniéndose de ejemplo de lo que podían llegar a conseguir mediante las inversiones en criptomonedas».

Su cometido, de acuerdo con dicho relato, sería «dar imagen de estabilidad», de la buena marcha del negocio, y ello implicaría una vida de ostentación. Así, Gallardo «realizaba operaciones en las ‘wallets’ desde su propio teléfono» y pagaba en criptomonedas «artículos de lujo».

RIESGO DE DESTRUCCIÓN DE PRUEBAS

Al margen del rol que la mujer y el hijo tuvieran en esta supuesta estafa, la Asociación de Afectados justifica la necesidad de encarcelar preventivamente a Gallardo en el hecho de que «visita todos los domingos en la prisión a su marido», del que –avisa– podría seguir recibiendo órdenes.

Advierte de que esas órdenes podrían ir destinadas, por un lado, a «seguir moviendo el dinero en el extranjero, impidiendo que desde España se pueda seguir su rastro». A este respecto, llama la atención sobre el hecho de que cuando comienzan a tener «grandes beneficios» y después de 25 años casados, la pareja pactó un régimen de separación de bienes.

Por otro lado, alerta de que cuando Biosca fue detenido y antes de que pudiera acordarse un registro en la vivienda alquilada por él en Málaga, Gallardo y su suegra se llevaron de esa casa ordenadores portátiles, teléfonos móviles y otras pertenencias, dejándola «vacía». En estos meses los podría haber puesto a «buen recaudo», «obstruyendo con este proceder la investigación, facilitando la destrucción de pruebas e impidiendo recuperar las cantidades estafadas», señala.

La Asociación de Afectados recalca que estas acusaciones están respaldadas por las declaraciones de numerosos testimonios, algunos de los cuales aporta en su escrito, por lo que plantea a Abascal que escuche a estos testigos, para llamar después a Gallardo y acabar ordenando su pase a prisión provisional.

«EL EQUIPO DE AMANCIO ORTEGA»

De acuerdo con la querella presentada el pasado mes de marzo, en 2019 Biosca y su familia crearon un negocio dedicado a las inversiones en criptomonedas que canalizaron a través de Algoritmhmics Group, pero que carecía de todo tipo de autorizaciones dado que no estaba inscrito por ejemplo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Uno de los testigos recabados por la Asociación de Afectados cuenta que Biosca le dijo que «estaba empezando con un ‘bot’ de un ex trabajador del equipo de Amancio Ortega y estaba sacando unos beneficios muy elevados diariamente». Según el bróker –completa otro testigo– «a través de un trabajador que había contratado del Grupo Inditex llegó a controlar un algoritmo matemático con el que (..) conseguía rendimientos increíbles».

«Obviamente, cuando alguien te habla de un rendimiento del 100% mensual, dudas mucho (pero mucho…) pero mi amigo me aseguró que llevaba meses cobrando sin ningún problema y que funcionaba como un reloj», explica este segundo testigo.

Garantizaba una rentabilidad del 20 o del 25% semanal, al menos al principio, por lo que se corrió la voz entre familiares y amigos de los primeros inversores y el negocio pasó rápidamente de los 30 inversores a los 500. En un mes ya habíamos recuperado la inversión, con lo cuál ya estábamos tranquilos y siguió cumpliendo semanalmente hasta febrero de 2020, coincidiendo con la pandemia del COVID», relatan los testigos.

Entonces, continúan, Biosca «decide parar el ‘bot’ durante unas semanas sin rendimientos y, cuando decide volver a sacar el ‘bitcoin’ de sus billeteras frías, baja los rendimientos para ‘recuperar las pérdidas’, con la falsa promesa de volver a subir en pocos meses».

Los atrasos e impagos se acumularon y el esquema piramidal estalló. Un tercer testigo confiesa que llegó a pasar miedo por reclamar sus fondos. «Me llegaron a encerrar en un coche a mí y a mi hija o ir a buscarme a mi domicilio, temiendo por mi vida por sus malas actuaciones de no querer devolver el dinero», dice.

UNA ESTAFA «COMO UNA CATEDRAL»

Uno de los testigos, que tenía nociones contables, admite que siempre sospechó por tratarse de rentabilidades muy altas respecto a lo que ofrecía el mercado en ese momento. Por eso, comenta, no quiso captar nuevos inversores para los Biosca, a pesar de que le prometieron comisiones por ello. «Si se perdía algún dinero, que fuera el mío», razona.

«Cuando fui a verlo a su mansión en Marbella por primera vez fue cuando realmente me di cuenta de que ‘estábamos perdidos’. Seguridad privada como si fuera un búnker, coches por doquier, dinero a espuertas, cenas en salones privados… Ese ritmo de vida era demencial y me dio mucho miedo», reconoce.

Ese poder adquisitivo queda reflejado en otro de los testimonios, según el cual Biosca «alardeaba de todo». Hablaba de «comprar un banco en Santo Tomé y Príncipe, que tenía un ‘bullet’ con la Reserva Federal americana, que quería comprar el Dinamo de Bucarest y que tenía en ese momento más de 600 millones de euros» en bancos nacionales y extranjeros.

Las sospechas del testigo con conocimientos financieros se vieron confirmadas cuando, por circunstancias, pudo acceder a una de las cuentas gestionadas por los Biosca. «Llamé a Javier y le dije textualmente que lo único que veía es que las nuevas inversiones de clientes se dedicaban 100% al pago de rentabilidades atrasadas de clientes, es decir, una pirámide de Ponzi como una catedral», describe.

Finalmente, en octubre de 2020 Algoritmhmics Group dejó de hacer abono de cantidad alguna a los inversores. La Asociación de Afectados, a la que representa el bufete de Emilia Zaballos, calcula que hay más de 750 perjudicados y que la cantidad estafada alcanzaría los 475 millones de euros.