Automovilistas y asociaciones de víctimas de tráfico han llamado a la prudencia tras conocerse los datos de siniestralidad en las carreteras durante los meses de julio y agosto de este año, que han sido los más bajos desde que se tienen registros.
Tal y como ha informado en rueda de prensa el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en estos dos meses se han contabilizado 191 fallecimientos al volante, un 5% menos que en 2020, a pesar de que han aumentado los desplazamientos, según ha indicado, a niveles previos a la pandemia. En concreto, se han registrado casi 91 millones, un 0,38% menos que en 2019.
Para el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, hay que «huir» de titulares «triunfalistas» que, a su juicio, «crean espejismos sobre la situación real» de la siniestralidad vial en España.
En declaraciones, Arnaldo ha indicado que, si bien, en julio sí habían bajado las cifras de muertes en carretera, en agosto «aumentaron», como también ha crecido «el acumulado del año» que, según ha explicado, registra un «incremento importante del 20%».
SIN PASO DEL ESTRECHO Y CON MENOS TURISTAS
Además, ha recordado a Interior que este año no ha habido Operación de Paso del Estrecho, por lo que han sido menos los vehículos que han atravesado el país, y también ha habido una disminución del turismo internacional. A su juicio, no hay que olvidar que España solía recibir antes de la pandemia 80 millones de turistas, de los que el 15% llegaban en coche.
También llama a la prudencia el director de la Fundación para la Seguridad Vial (FESVIAL), Javier Llamazares, quien ha calificado las cifras de este verano de «inaceptables» y, «en términos relativos, muy preocupantes».
A su juicio, «las restricciones a la movilidad han dado lugar a una sensible disminución de determinado tipo de viajes por carretera», como los desplazamiento nocturnos que, ha advertido, «son los más peligrosos». Eso, sumado a la reducción de turistas, el hecho de que «no se han celebrado fiestas» y «un largo etcétera», son los motivos por los que, a su juicio, se han registrado mejores cifras que otros años.
En este sentido, el profesor Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial y presidente de Honor de FESVIAL, ha señalado que «las sociedades conducen como viven» y «la tipología y las causas de los siniestros viales está influida por los acontecimientos que rodean a las personas».
CAMPAÑAS ESPECÍFICAS
«Se ha comprobado en esta situación de pandemia que los conductores están más distraídos, más estresados, más agresivos y conducen más bajo los efectos de alcohol y drogas. Sabemos además que el consumo de medicamentos psicótropos (ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos) se ha multiplicado, con graves efectos sobre la conducción», ha apuntado Montoro.
A su juicio, a esto «se añade el hecho de que los problemas económicos han tenido como consecuencia un menor mantenimiento de los vehículos, con el consecuente incremento de los accidentes por fallo mecánico, especialmente en los neumáticos».
En este contexto, Montoro lamenta que «no se hayan dado más informaciones a los conductores y desarrollado campañas específicas sobre estos factores de riesgo por parte de las administraciones, algo que hubiera evitado muchos muertos y heridos en nuestras ciudades y carreteras».
Desde la Asociación Stop Accidentes, su presidenta Ana Novella, han celebrado el regreso a la tendencia a la baja de las cifras de siniestralidad que, ha reconocido, le habían preocupado tras el fin del estado de alarma cuando, según ha explicado, se «habían incrementado de forma alarmante».
«Parece que este verano la gente ha tomado otra vez conciencia del peligro que conlleva no respetar las normas», ha destacado, aunque ha llamado a los ciudadanos a «continuar» por esta línea y a ser conscientes de que la seguridad vial «afecta a todos» y «jamás se puede bajar la guardia». «Me gustaría animar a la sociedad a continuar así y a ir bajando entre todos la cifra de víctimas y lesionados graves», ha concluido.