El Barómetro de Seguridad, un estudio que Securitas Direct realiza anualmente de forma objetiva -en función a un porcentaje que combina el número saltos de alarmas reales e intrusiones por zona atendidas por las dos Centrales Receptoras de Alarmas, teniendo como referencia el número de instalaciones de seguridad de sus más de 1,5 millones de clientes-, ha revelado que las tardes de viernes y sábados entres las 19.00 y 21.00h han sido, durante el último año, los momentos de la semana en los que se producen más robos.
Al contrario que en años anteriores a la pandemia, la mayor incidencia de robos se daba de madrugada los fines de semana, siendo las horas punta entre las 02.00 y 04:00h. Esto indica que los hábitos de los ladrones también han cambiado, según trasladan desde Securitas Direct, adaptándose a la nueva realidad de ocio que se tuvo durante la pandemia, cuando se salía durante la tarde, y no durante la noche o la madrugada por el toque de queda y las restricciones sociales.
La habitabilidad y la accesibilidad determinan la vulnerabilidad de la vivienda
La vulnerabilidad de las instalaciones se debe, fundamentalmente, a dos motivos. Por un lado, la accesibilidad. Cuando hablamos de viviendas, sobre todo, nos referimos a villas independientes, que están más aisladas, y por tanto el acceso por puertas o techos (que son los puntos de acceso más habituales) es más fácil. También incluimos aquí los chalets, los trasteros, adosados, pareados o áticos.
El segundo motivo es la habitabilidad, buscan que estén vacíos. La mayoría de los españoles dejan sus primeras residencias en vacaciones, convirtiéndose éstas en las más vulnerables de robos en verano frente a las segundas residencias, cuya vulnerabilidad se da durante el resto de las épocas del año.
Por ello los expertos en seguridad en esta época del año aconsejan simular una vivienda habitada, no publicar las vacaciones en redes sociales y conectar dispositivos de alarma. Por otro las pertenencias de la vivienda nunca deben quedar visibles al exterior. Asimismo, se recomienda desactivar la geolocalización de los dispositivos y aplicaciones móviles o dejar alguna persiana subida o pedir a un vecino que recoja el correo.
Uno de los síntomas de un presunto delito de robos es observar gente extraña o en actitud vigilantes en el portal o merodeando por la calle, así como escuchar ruidos en viviendas desocupadas. Para ello se recomienda ponerse en contacto con Policía Nacional.