Las recetas de Martín Berasategui resultan en todo un acierto sea cual sea la que decidas preparar. Si escoges uno de sus platos dulces harás temblar la cocina con los aromas, texturas y sabores que vas a combinar; mientras que si de postres se trata, caerás rendido ante ellos con sabores, colores y fragancias que estos reúnen. Si hay un postre que este chef elabora y te dará el éxito seguro, es la tarta de queso con fresas; opción vistosa, sabrosa y atractiva, perfecta para cualquier ocasión.
Son innumerables las recetas de tarta de fresas que se preparan en el mundo. Las hay con chocolate, dulce de leche casero, frutos secos, frutas frescas y por supuesto fresas; pero si quieres probar la mejor de todas, te recomiendo seguir leyendo, pues te aseguro que al hacerla quedarás más que satisfecho.
Cómo se hace la tarta de queso con fresas de Martín Berasategui
Para hacer la tarta de queso con fresas más divina que has probado en tu vida, debes seguir unos sencillos pasos que no son para nada complicados. Sé que por lo general las tartas de queso que ves por allí, tienen una base de galletas que las hace más rápidas de hacer; y aunque la alternativa que ofrece Berasategui consta de una masa quebrada, no hay razón para asustarte, pues te explicaré cada uno de los pasos que debes seguir de manera muy clara, ya verás que fácil es.
Aparte de la masa quebrada, esta tarta está constituida de la más cremosa crema de queso y la más fresca y delicada confitura de fresas. En total te estoy hablando de tres preparaciones que te iré explicando, y que finalmente lograran el resultado de tus sueños.
La base de una rica tarta: así se hace la masa quebrada
Para empezar a hacer la masa quebrada, comienza por tamizar 210 gramos de harina junto a 65 gramos de almendra molida y 80 gramos de azúcar. Cuando tengas estos tres ingredientes tamizados en un bol, espolvorea una pizca de sal. Como materia grasa usarás 155 gramos de mantequilla muy fría que esté cortada en pequeños dados. (para obtener una masa quebrada perfecta, la mantequilla debe estar realmente fría).
Añade sobre la mezcla 1 huevo entero grande con su clara y yema, ½ cucharadita de extracto de vainilla y 3 cucharadas de agua helada. Con cuidado de no amasar, une todos los ingredientes utilizando apenas tus dedos. El resultado que obtengas debe ser parecido a una arena gruesa; apenas tengas esta textura, retírala del bol y llévala a una encimera. En este punto comienza a apretar con tus manos compactándola y formando una bola.
Cuando hayas formado una bola, envuelve esta con papel film y guárdala en la nevera por espacio de una hora.
La dulce confitura de fresas: el brillo, dulzor y sabor con el que triunfarás
Mientras la masa quebrada reposa en la nevera por espacio de una hora, puedes aprovechar de tomarte un refrescante frappuccino mocca de Starbucks hecho en casa y a su vez ir adelantando otros pasos. Por eso a la vez que te refrescas, ve adelantando la elaboración de la confitura de fresas, que como verás es muy sencilla y rápida de hacer.
Comienza por trocear 300 gramos de fresas lavadas y bien secas. Llévalas a una olla y añade 75 gramos de azúcar (puedes usar morena), el zumo de ¼ de limón y un chorrito de agua. Cocínala a fuego bajo por unos 20 minutos hasta que esté bien reducida y espesa.
Con la confitura darás el toque de color vibrante, brillante y característico a la tarta de queso. Martín Berasategui la procesa y forma una mezcla suave y brillante, puedes hacerlo así o si prefieres dejar unos cuantos trocitos de fresa que se sientan.
La formación de la base para la tarta de queso al estilo de Martín Berasategui
Tal como te he comentado hace algunas líneas, esta tarta es diferente porque usarás una masa como base; así es que, esta llevará la cocción en este momento.
Engrasa un molde para tartas con un poco de mantequilla y enharínalo. Coloca sobre la encimera un trozo de papel vegetal y posa sobre el mismo la masa que tenías reposando en la nevera, está ya debe estar muy fría. Tapa la masa con otro trozo de papel vegetal y con el rodillo comienza a estirarla. El resultado debe ser una masa delgada más amplia que el molde que vas a usar.
Ayúdate con el papel vegetal para transferir la masa al molde; retira la hoja que cubre la masa estirada y lleva esta sobre la hoja hasta el molde. Voltéala con cuidado dejando el papel hacia arriba y deja caer la masa. Retira el papel y dale forma cubriendo todo el molde, incluyendo las paredes.
Lleva la masa a la nevera por media hora y al retirarla, pincha la base con un tenedor. Coloca un trozo de papel vegetal encima y vierte unos garbanzos secos para añadir peso. Llévala a horno precalentado a 200°C por 15 minutos. Con calor arriba y abajo. Al transcurrir el tiempo retira el papel y los garbanzos y hornea por 10 minutos más. Para finalizar su horneado retírala y déjala enfriar.
Haciendo el relleno: la cremosidad envolvente que te va a enamorar
Como ves, la tarta de queso con fresas de Martín Berasategui no es para nada complicada. Solo debes seguir unos sencillos pasos para disfrutarla al máximo placer.
Mientras la base se va enfriando, ve preparando el relleno de queso, la cual no precisará ser horneada. Comienza hidratando 3 láminas de gelatina en agua fría. Entretanto, Lleva al fuego una olla con 250 ml de nata para montar y 80 gramos de azúcar cuando rompa a hervir retira del fuego y añade la gelatina hidratada bien escurrida y remueve hasta disolver. Resérvala.
En un bol coloca 750 gramos de queso cremoso y bátelo un poco. Cuando la nata con la gelatina estén tibias, añádela en forma de hilo sobre el queso crema sin dejar de batir y al terminar de integrar todos los ingredientes, vierte la crema sobre la base de la tarta. Al no requerir horneado, debes llevarla a la nevera por un tiempo mínimo de 4 horas.
Cuando pasen las 4 horas como mínimo, retira la tarta de la nevera y decórala con rebanadas de fresa. Pincela las fresas con la confitura que habías preparado y disfruta de esta tarta cremosa, fresca y sobre todo gustosa. La más dulce tarta de queso con fresas de Martín Berasategui que es toda una tentación.