La historia de las pulseras de la marca DKARY es sencillamente fascinante. Se trata de un proyecto solidario que ha permitido que mujeres con diversidad funcional y en extrema pobreza provenientes de países como Etiopía, India y Perú puedan salir adelante y sustentar sus hogares con trabajo digno. Y es que, ellas son las encargadas de confeccionar a mano las pulseras con cristales Miyuki.
La empresaria española Isabel Cerdá Valiente, quien es la responsable de esta iniciativa, se ha ganado la admiración de muchas personas en su país por darle la mano a esas mujeres que creían que la superación personal era inalcanzable.
Comprar pulseras con cristales Miyuki es sumarse al proyecto solidario de DKARY
Isabel Cerdá Valiente elaboraba pulseras con cristales Miyuki solo por afición. Pero un día, su amiga Mercedes del Valle, quien es fundadora de la Lalibela Food Company, una ONG de Etiopía que atiende las necesidades básicas de niños de muy bajos recursos, se le ocurrió la brillante idea de que las madres de esos niños fueran las encargadas de confeccionar las joyas, y le propuso a Isabel empezar la iniciativa.
En el año 2016 Isabel Cerdá viajó a Etiopía y creó un grupo de 20 mujeres para que confeccionaran las pulseras solidarias, materializando así su sueño de poder ayudar a personas con carencias económicas. La aceptación de las pulseras de Miyuki fue muy grande y el éxito la condujo a viajar a la India y crear otro grupo de mujeres.
La sede central de este proyecto está en Perú y hoy en día las pulseras artesanales confeccionadas a mano por esas mujeres luchadoras se venden exitosamente en toda España.
India y Perú se suman también al proyecto de Isabel Cerdá
La dura realidad de las mujeres de los estratos más bajos llevaron a Isabel Cerdá a viajar a la India y formar un grupo que también perteneciera a su marca DKARY.
Muchas madres y sus hijos que residen en ese país viven bajo la penuria, son explotados, discriminados y violentados, situación que ha llevado a que el número de suicidios femeninos sea alarmante.
Por otro lado, la central de DKARY fue instalada en Perú porque en la India y Etiopía existen dificultades administrativas.
La elaboración de las pulseras con cristales de Miyuki es artesanal y compleja, pero el resultado es colirio para la vista. Hay diseños de varios grosores y colores para todos los gustos.
El corazón de la marca DKARY “es la pasión con la que estas mujeres confeccionan pacientemente, cristal a cristal”, según las propias palabras de la fundadora de este maravilloso proyecto solidario.