Investigadores de la Universidad de Amberes (Bélgica) y la Universidad de Hasselt, expertos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y especialistas de diferentes países de la Unión Europea han pedido realizar un uso «más apropiado» de los antibióticos para reducir la resistencia a los mismos.
Así lo señalan en una serie de artículos publicados en el ‘Journal of Antimicrobial Chemotherapy’ donde ofrecen una descripción detallada del consumo de antibióticos en Europa y, además, identifican «numerosas» áreas de mejora en la utilización de estos fármacos.
Las grandes diferencias en el consumo comunitario de antibióticos entre los países europeos, como se informó en 1997, aún eran evidentes en 2017, según los datos de la Red Europea de Vigilancia del Consumo de Antimicrobianos (ESAC-Net) que cubren ese período.
Además, a pesar del éxito de algunos países de la Unión Europea al abordar el consumo de antibióticos individualmente, no hubo una disminución significativa en el consumo de antibióticos en la comunidad europea en general. De hecho, según los expertos, persistieron «grandes variaciones estacionales», las cuales generalmente se asocian con un uso inadecuado para las infecciones virales durante la temporada de invierno.
Como era de esperar, la calidad general del uso de antibióticos en la comunidad, medida por los indicadores de calidad, disminuyó. Dichos indicadores de calidad incluyen, por ejemplo, el consumo total de antibióticos de la comunidad, su variación estacional y la proporción de antibióticos de espectro amplio a estrecho, entre otros. Unos problemas que, a juicio de los expertos, representan oportunidades para mejorar el uso de antibióticos en la comunidad.
«Los antibióticos juegan un papel clave en el tratamiento de infecciones bacterianas. Con el tiempo, su uso excesivo y inadecuado han provocado resistencia a los antibióticos, una importante amenaza para la salud pública que ha provocado fracasos en el tratamiento, aumento de los costes de la atención y aumento de la mortalidad de los pacientes con infecciones resistentes a los antibióticos», han señalado los especialistas.
En este punto, han asegurado que la información fiable sobre el consumo de antibióticos es un recurso esencial en la lucha contra la resistencia a los mismos. «Hay que informar las actividades de administración de los antimicrobianos, establecer objetivos para el uso de grupos de antibióticos específicos y monitorear el cumplimiento de las directrices nacionales», han zanjado los autores.