Las crepes fascinan a todos y su preparación es realmente sencilla. Es posible rellenarlas con los más variados rellenos y siempre resultan sumamente deliciosas. Si bien en Francia son toda una delicia gourmet, en casa no tiene nada de complejo hacerlas.
Para degustarlas dulces suelen rellenarse con chocolate, caramelo, dulce de leche casero o divinas mermeladas. Mientras que saladas pueden incluso servirse como plato principal o entrantes, rellenas de verduras, quesos, jamones e incluso gambas.
Crepes perfectas sin complicaciones
Estas ricas tortitas o si prefieren especie de tortillas hechas con huevo, leche, mantequilla y harina no solo son famosas en Francia; sino que en todo el mundo las adoran. Conoce los trucos que te permitirán hacerlas perfectas, incluyendo por supuesto qué debes hacer en caso de que la masa resulte muy espesa.
Todo fallo tiene solución, así que no hay ninguna razón que impida disfrutar de unas buenas crepes.
Ingredientes frescos, la mejor base para unas buenas crepes
Las crepes se preparan con muy pocos ingredientes, por lo tanto es válido preguntarse cómo son tan famosas siendo tan sencillas en su preparación. Unos huevos frescos, una leche fresca y de muy buen sabor y una harina tamizada son las claves perfectas para hacer unas crepes increíblemente buenas.
Lo demás es práctica, paciencia y sobre todo la magia y creatividad detrás de un rico y especial relleno.
Las proporciones, el truco de la perfección
Seguramente te ha pasado que al preparar unas ricas crepes, la mezcla te queda muy aguada, y para resolverlo añades más harina para espesar un poco y más, pero el resultado termina siendo peor, pues la masa queda demasiado espesa y se vuelve imposible darle la forma y el grosor que se requiere a la crepe.
Para evitar que esto te siga sucediendo, lo mejor es memorizar las proporciones para la consistencia de la masa perfecta. La masa debe quedar espesa pero lo suficientemente líquida para cubrir el fondo de la sartén fácilmente. Para ello las cantidades exactas son el doble de leche que de harina; es decir, si usas 250 gramos de harina, la cantidad de leche ha de ser 500 ml. De esta forma la consistencia será perfecta.
Para 2 personas, usa esas proporciones y completa los ingredientes con 50 gramos de mantequilla, 4 huevos medianos, 1 cucharada de azúcar y una pizca de sal. Si por alguna razón o puedes consumir huevos, conoce cómo puedes hacer crepes perfectas sin huevo.
La forma de hacer la mezcla, un punto importante que no debes olvidar
Para que la masa quede perfecta, más allá de las proporciones también es importante la forma de mezclar los ingredientes para evitar errores en la consistencia final. Bate los huevos junto a la leche y añade la sal y el azúcar para luego incorporar la harina suavemente.
Durante el proceso de mezcla, debes incorporar con suavidad y sin dejar de batir. Solo cuando ya estén los ingredientes mezclados es que se añade la materia grasa, el aceite o la mantequilla fundida pero fría.
Y para garantizar que la mezcla quede perfecta, permite que esta repose al menos una hora dentro de la nevera. El reposo hará que el gluten haga su trabajo y le dará una elasticidad envidiable a la masa, lo cual conseguirá que se extienda con mucha facilidad en la sartén a la hora de cocinarla.
¿Qué hacer si la masa queda muy espesa?
Siguiendo las proporciones que te he comentado de leche y de harina, difícilmente la masa quede espesa; sin embargo, en vista de que cada masa tiene características muy particulares, y que los huevos puedan ser de mayor o menor tamaño, es posible quela masa pueda resultar un poco más espesa.
Si la masa queda un poco más espesa de lo que se quiere, no hay nada de que preocuparse, solo añade un poco más de leche líquida y conseguirás equilibrar la textura de esta. Eso sí, añade solo un poco y ve mezclando hasta que notes que ya se corrigió la textura.
Evita añadir leche de un solo golpe para que la masa no resulte luego muy aguada y te veas en la obligación de incorporar más harina.
Una vez que la masa esté fina y sin grumos, será el momento de cocer las crepes.
La cocción de las crepes, el punto final para echar a volar la imaginación
La cocción de las crepes es el punto final que permitirá que eches a volar tu imaginación y puedas servirlas con los más variados y deliciosos rellenos.
Para cocinar las crepes, utiliza siempre una sartén liviana y no muy grande, así mismo, es importante que esta sea antiadherente; que por muy buena que sea, siempre va a requerir que le añadas un poco de mantequilla. Cuando esta se derrita, es el momento de vaciar la masa. Para ello, retira la sartén del fuego y coloca una porción de masa y mueve un poco la sartén para que cubra toda la superficie.
Regresa la sartén al fuego, voltea la crepe y luego retírala. Coloca todas en una fuente para que se conserven calientes.
Ten en cuenta que engrasar no es lo mismo que freír; así que cuida de no excederte en la cantidad de aceite a colocar en la sartén.
Cómo conservar las crepes
En el caso de que te sobren algunas crepes, puedes conservarlas perfectamente en la nevera. Recuerda hacerlo cuando ya estén completamente a temperatura ambiente. Guardar crepes calientes dentro de la nevera, hará que estás tomen una desagradable consistencia parecida a la goma.
Envuélvelas muy bien en papel de aluminio, o dentro de un envase hermético. De esta forma se conservarán perfectas por varios días.
Si deseas guardarlas hasta por 8 semanas, coloca un trozo de papel de horno entre cada crepe para evitar que se peguen entre ellas, y guárdalas dentro de una bolsa con cierre hermético.