Para el cuidado del jardín y del césped, las desbrozadoras juegan un papel muy importante. Esta herramienta de jardinería ayuda a cortar las malas hierbas y a recortar la longitud del césped para conseguir que el jardín luzca un aspecto mucho más bonito y cuidado. En el mercado podemos encontrar multitud de tipos de desbrozadoras entre las que elegir.
¿Qué tipos de desbrozadoras existen?
A la hora de elegir una desbrozadora para tu jardín debes elegir entre los siguientes tipos:
Según el tipo de motor
En función del tipo de motor podemos encontrar cuatro tipos. Las desbrozadoras de batería no necesitan cables para funcionar, emiten menos ruido y vibraciones y también menos humo, aunque tienen menor autonomía que las desbrozadoras de gasolina. Entre las de gasolina podemos encontrar las desbrozadoras cuatro tiempos, con un depósito para gasolina y otro para aceite, que destacan por un consumo menor de combustible.
Las desbrozadoras con motor de dos tiempos son las más comunes y solo tienen un depósito en el que se mezclan gasolina y aceite. El último tipo de desbrozadora son las de motor eléctrico, menos contaminantes que las de gasolina y con un precio más económico.
Según el tipo de transmisión
En función de la transmisión de la desbrozadora vamos a encontrar desbrozadoras de transmisión rígida, que destacan porque se pueden dividir en partes y utilizar con otros accesorios como cortasetos o motosierras. Su duración es mayor y su transporte es más sencillo.
Por otro lado encontramos las desbrozadoras de transmisión flexible, que destacan por su menor durabilidad y porque está presente en aquellas desbrozadoras de menor coste y calidad más reducida.
Cómo utilizar una desbrozadora
Para utilizar la desbrozadora tan solo hay que seguir unos sencillos pasos. Analizamos la vegetación y elegimos el disco de corte adecuado. Nos colocamos todos los accesorios de protección antes de ponerla en marcha. Montamos la barra divisible, si la tiene, e introducimos la gasolina y el aceite en el caso de que sean desbrozadoras de motor de cuatro o dos tiempos.
Ahora arrancamos la desbrozadora cerrando la entrada de aire y tirando de la cuerda de arranque. Abrimos el aire y pulsamos el botón para que los discos de la herramienta comiencen a girar. Tan solo queda dejar pulsado el botón de forma constante y pasar la desbrozadora por todas aquellas zonas que vayamos a trabajar.
Al terminar debemos revisar la desbrozadora y comprobar la bujía, el filtro de aire y el depósito de combustible si lo tiene, pues debemos guardarla preferiblemente con todo el combustible gastado para favorecer un buen estado de conservación de la herramienta a largo plazo.
Como se puede apreciar, el uso de una desbrozadora puede resultar muy sencillo para cualquier persona, incluso si no tiene experiencia previa. Tan solo hay que elegir el tipo de desbrozadora que mejor se adapta a tus necesidades y comenzar a utilizarla para eliminar las malas hierbas y cortar el césped en tu jardín.