La Comisión Europea incentivará el uso de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en el sector aéreo mediante la exención de impuestos, según ha propuesto este miércoles dentro de su paquete de medidas, denominado como ‘Fit for 55’, con el que el quiere allanar el camino al objetivo de reducción de emisiones del 55% en 2030 (con respecto a los registros de 1990).
Bajo la iniciativa ‘ReFuelE’, los combustibles de aviación sostenibles y alternativos se beneficiarán de un tipo impositivo mínimo cero.
Por lo tanto, las compañías aéreas estarán obligadas a cargar el combustible de aviación mezclado con SAF cuando salgan de los aeropuertos de la UE. Además, tambien obliga a los proveedores de combustible a incluir más SAF en el combustible para aviones desde 2030 hasta 2050, aumentando al 5% en 2030 y al 63% a mitad de siglo.
La propuesta promueve, en primer lugar, los biocombustibles avanzados y los combustibles sintéticos producidos a partir de electricidad verde y en consonancia con los requisitos de sostenibilidad de la Directiva revisada sobre energías renovables (DER).
«Estos combustibles son prometedores en términos de ahorro de emisiones, potencial de innovación y escalabilidad para satisfacer las necesidades futuras», ha señalado el Ejecutivo comunitario.
Las emisiones de CO2 deben tener un precio para incentivar a consumidores, productores e innovadores a elegir las tecnologías y productos limpios», ha defendido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al presentar las grandes líneas de la nueva ‘hoja de ruta’ para situar a la Unión Europea la cabeza de la lucha climática internacional y justificar que los sectores de la aviación y marítimo serán también incluidos en el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés).
CAMBIOS EN LA FISCALIDAD
En el apartado fiscal, la Comisión introduce tipos impositivos mínimos aplicables a los combustibles de aviación utilizados en los vuelos intracomunitarios, lo que «permitirá tener mejor en cuenta el coste medioambiental de los combustibles fósiles y estimulará el uso de combustibles de aviación más sostenibles».
Así, los tipos impositivos propuestos para el combustible de aviación aumentarán gradualmente a lo largo de un periodo de diez años hasta alcanzar un tipo mínimo de 10,75 euros/GJ en toda la UE.
Además, para reducir la contaminación y el ruido de las aeronaves estacionarias, la propuesta introduce la obligación de suministrar electricidad a todas las aeronaves estacionarias en los aeropuertos de la red básica y la red global de la RTE-T en lugar de combustible de aviación. Esta obligación se aplicará a todas las puertas de embarque, a partir de 2025, y a todos los puestos de campo, a partir de 2030.
También se propone la eliminación de la exención obligatoria del impuesto sobre el combustible utilizado en los vuelos intracomunitarios.
Sin embargo, teniendo en cuenta que en los vuelos intracomunitarios hay una elevada cuota de mercado de vuelos sólo de carga que no pueden ser gravados debido a los acuerdos internacionales, la Directiva propone eximir del impuesto sobre el combustible a los vuelos sólo de carga. De este modo, «se mantendrá la igualdad de condiciones entre los transportistas de carga de la UE y de terceros países».
En este contexto, Iberia y Repsol han firmado un convenio de colaboración para avanzar hacia una movilidad más sostenible a través del combustible, entre otros objetivos, que se enmarca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que promueve Naciones Unidas a través de la Agenda 2030.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, han formalizado el acuerdo, que se traduce en el desarrollo de programas y actividades conjuntas en los ámbitos de investigación y producción de combustibles para aviación de origen sostenible, capaces de reducir la huella de carbono derivada de su combustión en vuelo.