Batet alerta del riesgo de que se consolide la confrontación

La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha alertado este lunes contra el riesgo de que en España se consolide el enfrentamiento y la polarización, y ha pedido un «castigo mediático» y ciudadano para quienes se niegan constantemente a llegar a acuerdos y alientan ese clima.

Así lo ha señalado durante su discurso de inauguración del curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos que organiza cada año la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), en el que ha hablado sobre la fragmentación y la diversidad que existe actualmente en un Parlamento donde conviven 10 grupos parlamentarios y 24 formaciones políticas.

Batet ha apuntado que la polarización está llevando a que haya una progresiva consolidación de bloques «bastante rígidos», un «constante» cuestionamiento de la estabilidad gubernamental, así como de la legitimidad de la mayoría, lo que, a su juicio, dificulta que en el Parlamento haya debates «serenos y profundos».

En concreto, la tercera autoridad del Estado ha censurado que la crítica de la oposición se esté centrando desde el inicio de la legislatura, no ya en el contenido de cada debate, sino sobre todo en las alianzas del Gobierno, cuando, según ha recalcado, todos los partidos iene su legimitdad en la medida que han tenido apoyo ciudadano para llegar al Congreso.

MENOS GESTUALIDAD, MENOS ALARMA Y MENOS DISENSO

Batet sostiene que lo que necesita actualmente la política es «menos gestualidad, menos alarma y menos disenso», «y un poco más de ser capaces de llegar a acuerdos», los cuales, según ha apuntado, se han podido ver perjudicados por elementos coyunturales, entre los que ha citado la pandemia, que ha «perjudicado» las relaciones personales y, por tanto, la eventual facilidad para el consenso.

Pero, en este punto, también ha destacado el papel que están jugando las redes sociales, en las que prima el enfrentamiento y el exabrupto y eso enrarece el clima necesario para la consecución de acuerdos y el acercamiento de posiciones. En ese sentido, ha advertido del «peligro» de que los parlamentarios se dejen «arrastrar» por los comportamientos «más fanáticos» para «contentar» a su público.

De hecho, ha admitido sentir lo mismo que «la inmensa mayoría de los ciudadanos» cuando en el hemiciclo hay «faltas de respeto» o intervenciones no adecuadas en términos parlamentarios, pero ha puntualizado que ella no puede ser «un elemento para censurar» algunas expresiones que sólo describen, a su juicio, a quien las pronuncia.

NO HAY CULTURA DEL PACTO

Durante su intervención, la presidenta del Congreso ha lamentado que en España no exista «cultura del pacto» y que, cuando lo hay, no sólo «no se premie» sino que se deslicen adjetivos como que es «ilegítimo o insuficiente», que responde a una «presión» o que se cierra «con quien no se debe.

Batet considera que existe «riesgo» de consolidar la política del enfrentamiento en España y ha abogado por «mejorar» el impulso del consenso y por reducir la polarización no sólo entre los actores políticos sino también en los medios de comunicación.

Para ello, ve necesario cumplir con los consensos constitucionalmente establecidos, reconocer la legitimidad de los resultados electorales, impulsar «pequeños» acuerdos transversales que faciliten los «grandes» y promover referentes o autoridades de consenso.

Pero también cree que es importante que el acuerdo tenga «premio» electoral y mediático para que éstos acaben siendo vistos «con buenos ojos» por la sociedad española, y «castigo» para el discrepante o para quien promueva la polarización.

Y EL CGPJ, SIN RENOVARSE

En este punto, ha dicho que «no puede ser» que órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo estén con el mandato caducado y no existan visos de renovarse.

Pese a las tensiones que se vive en el día a día en el Congreso, Batet se ha mostrado convencida, tal y como ya ha expresado el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se completará la legislatura, lo cual considera «bueno» para la estabilidad del país.

Y muestra de la estabilidad del Gobierno y del país es, en su opinión, las más de 200 votaciones que ha habido en el Congreso en el último año y medio sin que se haya perdido «ninguna» o que en el último periodo de sesiones se hayan sacado adelante 20 leyes.