El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de Cataluña, Pere Aragonés, se reúnen este martes por primera vez para sentar las bases de la nueva etapa de diálogo que quieren abrir para solucionar el denominado conflicto catalán, y a la que el Ejecutivo central y el catalán llegan desde posiciones alejadas -y con discrepancias incluso dentro de lado independentista entre ERC y Junts-.
Mientras que Aragonés volverá a defender el referéndum de autodeterminación y la amnistía, Sánchez ya ha dejado claro que no va a aceptar nada que quebrante la legalidad. No obstante, el primer reto que abordarán este martes será decidir cómo y cuándo retomar la mesa de diálogo que servirá para dar cauce a este nuevo intento de negociación.
La cita de este martes, que tendrá lugar en Moncloa a las 17.00 horas, se produce justo una semana después de que el Gobierno concediera los indultos a los organizadores del procés que seguían en la cárcel, como un «claro» gesto «a favor del diálogo», en palabras de Sánchez, para «pasar página» y buscar una solución al conflicto.
No obstante, los organizadores del procés todavía están siendo investigados por el Tribunal de Cuentas, por el presunto desvío de fondos para las denominadas ‘embajadas catalanas’ y al Consejo de la Diplomacia Pública de Cataluña, conocido como Diplocat. Y precisamente este martes por la mañana está previsto que un total de 42 ex altos cargos independentistas conozcan la reclamación que les hace este órgano.
A este respecto, Sánchez ha afirmado este lunes que el Gobierno no va a interferir de ningún modo en esta investigación, aunque sí ha señalado que el Tribunal de Cuentas no es un órgano judicial sino una instancia administrativa, que todavía no ha tomado una decisión, y cuyas resoluciones además se pueden recurrir ante los tribunales. Todo ello, después de que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, reconociera el viernes que estas causas son «piedras en el camino».