La conselleira do Mar, Rosa Quintana, tacha de «insuficientes y nimios» los cambios adoptados por los ministros de Pesca de los 27 respecto al futuro reglamento europeo de control pesquero.
En un comunicado, la conselleira advierte de que los condicionantes incluidos en el texto impiden mejoras reales y dificultan una aplicación flexible de la normativa, lo que seguiría complicando «en gran medida la operativa diaria» de la flota artesanal y el marisqueo.
La representante del Ejecutivo gallego, que acompañó al Ministerio de Pesca en los debates sobre política pesquera, lamenta que bajura y marsiqueo se verán sometidos a controles y obligados a duplicar la labor de comunicación de sus capturas.
«En el caso de la geolocalización, los cambios introducidos en la propuesta del Consejo Europeo se refieren a la posibilidad de que el dispositivo no tenga que estar instalado en el buque, sino que puede ser portátil, pero incluyen condicionantes para la exención de su disponibilidad que son difíciles de cumplir», lamenta la Xunta.
Por eso, avisa de que «no implican avances de calado», mientras se establece el deber de un sistema adicional de control para los buques que se beneficien de esas posibles exenciones, por lo que se limita en gran medida esa supuesta mejora.
En este sentido, Galicia defiende la exención de la pesca de bajura y del marisqueo del deber de la geolocalización al faenar cerca de la costa y estar sometidos a rigurosos controles.
VIDEOVIGILANCIA.
En lo tocante a la videovigilancia, «el texto indica que deben instalar el sistema aquellos barcos en los que se considere que hay riesgo de incumplimiento del deber de desembarque, lo que genera cierta arbitrariedad en su aplicación».
Por eso, Galicia defiende que esta medida sea voluntaria o como sanción ante posibles infracciones al considerarla «desmesurada» y que puede «atentar contra el derecho a la intimidad de los tripulantes».
En cuanto al diario electrónico y al registro de las capturas, las novedades se limitan a la posibilidad de desarrollar un sistema propio para las embarcaciones de menos de 12 metros, pero no hay ni una simplificación ni una adecuación a los datos que ya transmite el sector mediante la declaración de desembarque o las notas de venta, sostiene la Consellería do Mar.
La titular de Mar entiende que en este aspecto no hay flexibilización y que con la nueva norma se podría someter a la flota artesanal a un doble proceso de remisión de datos solapado y recurrente.
Lo mismo ocurre en la pesca sin buque (el marisqueo a pie), donde Galicia lamenta que el texto presentado puede traer deberes adicionales a las ya existentes en el sector, que ya cuenta con unos sistemas de control y trazabilidad propios, así como controles adicionales como son los higiénico-sanitarios.
Ante esta situación, la comunidad gallega confía en que la intervención de los Estados miembros durante la negociación de los trílogos –los debates entre la Comisión Europea, la Eurocámara y el Consejo Europeo– permita flexibilizar o mitigar el impacto de esas medidas que «amenazan con complicar en gran medida la labor de los profesionales del mar».