La 67 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida arranca este viernes con un concierto extraordinario con motivo de la celebración de la Asamblea de Alcaldes y Alcaldesas del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, a cargo de la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
Una edición adaptada a tiempos de pandemia, que arranca con la obligatoriedad de usar mascarilla a pesar de que las representaciones tienen lugar al aire libre, en el teatro romano de Mérida, que recupera el cien por cien de su aforo, que ronda las 3.000 localidades, pero que en la práctica se quedará en torno al 70-75 por ciento, debido a que se deja libre una butaca entre cada grupo de compra para mantener las distancias de seguridad.
A la espera del inicio de las representaciones teatrales el próximo miércoles de la mano de Rafael Álvarez El Brujo, el fin de semana inaugural del festival incluye dos conciertos y la proyección de una película documental.
Este primer concierto del viernes contará entre el público asistente con Su Majestad la Reina Doña Sofía, que representará por segundo año consecutivo a la Casa Real tras la asistencia en 2020 de los reyes, Don Felipe y Doña Letizia.
La madre del monarca da nombre a esta escuela de música en la que estudian gratuitamente 150 alumnos de 30 nacionalidades, que ofrecerán un concierto con dos partes diferenciadas. La primera será el Concierto para violín, violonchelo y orquesta en la menor, de Johannes Brahms (1833-1897), con Eva Rabchevska y Willard Carter como solistas, y la Sinfonía nº 4 en re menor de Robert Schumann.
Quienes no asistan al milenario escenario emeritense podrán seguir el concierto en directo a través de La 2 de TVE, a partir de las 21,00 horas.
En su intervención en la presentación del concierto, el director del certamen, Jesús Cimarro, ha destacado la presencia por segundo año consecutivo de la Casa Real, así como que comienza una edición que, como la de cada año, lo hace con el objetivo de mejorar la anterior. «Cada edición es especial», ha señalado.
De esta forma, el concierto será la «obertura musical» de una nueva edición del festival de teatro de la capital extremeña, tal y como lo ha definido el director artístico de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, Juan Mendoza.
Asimismo, ha señalado que es un «honor» formar parte de la programación del Festival de Mérida con esta actuación que se enmarca asimismo en los acontecimientos del 30 aniversario de la escuela de música, así como en el convenio que mantiene desde hace siete años con el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, que permite a los alumnos tocar en lugares «fantásticos».
FUTURO Y PRESENTE DE LA MÚSICA
El director de la orquesta, Jordi Francés, ha destacado el talento de estos alumnos que, por su juventud son el futuro de la música, pero que ya son «el presente con mayúsculas».
Así, ha destacado la calidad de los dos solistas del concierto de Brahms, una de las piezas más bellas, ha señalado, del compositor alemán, mientras que de la Sinfonía nº 4 de Schumann ha destacado que es divertida y curiosa, y que la versión preparada para este concierto pretende extraer todo el «universo rítmico» con el que cuenta para trasladarlo al público de Mérida.
El alcalde de Mérida, y presidente este año de Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Antonio Rodríguez Osuna, ha agradecido a esta asociación formada por 15 ciudades españolas el «esfuerzo» económico que ha realizado para que este concierto tenga lugar en Mérida, al tiempo que ha sugerido la posibilidad de que sea el germen de una futura colaboración entre el certamen y el grupo.
PATRIMONIO INMATERIAL
Asimismo, Rodríguez Osuna ha avanzado además que va a iniciar los trámites para la declaración del festival como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.
Para ello, antes debe iniciarse el camino de la declaración como Bien de Interés Cultural, que concede en este caso la Junta de Extremadura, como primer paso del camino de la declaración de Bien Inmaterial de la Humanidad.
Un logro que considera «posible» porque se trata de uno de los certámenes «más prestigiosos de Europa», que tiene como espacio escénico el principal ‘item’ de los 31 que tiene Mérida como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, reconocida así por la Unesco en 1993.
Sobre el concierto, que coincide con la celebración este fin de semana en Mérida con una Asamblea del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, ha señalado que no se ha incluido en el cartel del festival «por casualidad», sino que han sido necesarios «muchos esfuerzos». Asimismo, espera que sea el germen de una colaboración futura y duradera del grupo de ciudades con el propio festival.
La secretaria general de Cultura de la Junta, Miriam García Cabezas, por su parte, ha remarcado sobre el concierto que si de algo saben los alcaldes de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad es de cuidar de sus recursos patrimoniales al tiempo que dan vida a sus monumentos, como ocurre con el teatro de Mérida, construido hace 2.000 años y que tanto tiempo después se sigue utilizando para aquello para lo que fue concebido.