Sólo el 15,4% de pymes españolas estima que creará puestos de trabajo este año, un dato «bastante desalentador», según el Consejo General de Economistas (CGE), si se tiene en cuenta la caída experimentada en 2020, cuando el 25,2% de las pymes redujeron su empleo.
Así se desprende del informe Impacto económico de la COVID-19 sobre la pyme en España, elaborado por el CGE y Faedpyme con la colaboración de la Cámara de Comercio de España, y que recoge información de cerca de 1.000 pymes de toda España.
«Si bien el informe refleja una cierta mejora de las expectativas de empleo de las pymes para este año, no hay que olvidar que en 2020 se destruyeron más de 600.000 empleos -sin contabilizar los 700.000 trabajadores que aún se encuentran en ERTE-, por lo que el dato de que sólo un 15% de los encuestados prevea crear empleo en 2021 resulta bastante desalentador si tenemos en cuenta la caída experimentada el año pasado», ha lamentado el presidente del CGE, Valentín Pich.
Además, el 52,6% de las pymes señala haber reducido sus ventas en 2020, el 26,1% consiguió mantenerlas y un 21,3% las aumentó. De cara al año 2021, las expectativas de ventas para el segundo semestre mejoran las manifestadas para el primer semestre. Así, en el primer semestre el 25% de las empresas considera que sus ventas aumentarán, mientras que el 37,5% prevé que crezcan en el segundo semestre.
Los datos muestran que la situación generada por la COVID-19 impactó de manera más negativa en las microempresas, en aquellas empresas acogidas a un ERTE o ERE, en las empresas de 10 años o menos, es decir las consideradas como «jóvenes» y en las pymes pertenecientes a los sectores industrial y de servicios.
Además, la crisis afectó a la internacionalización de las empresas españolas, ya que el 47,2% de las empresas afirmó haber registrado un impacto negativo en su nivel de facturación en el exterior.
En cuanto a las actividades con clientes y proveedores, la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 ha impactado, principalmente, en la cadena de suministros de la empresa y los retrasos sufridos por las empresas en las entregas de sus proveedores.
Además, como consecuencia de la crisis, la actividad innovadora de las pymes en España ha disminuido, rompiendo la tendencia favorable experimentada en los años anteriores. Según el estudio, el 49,3% de las empresas encuestadas han realizado cambios o mejoras en productos o servicios, frente al 83,1% en 2019, y el 43,5% ha comercializado un nuevo producto o servicio (73,1% en 2019).
EL ACCESO A LA FINANCIACIÓN NO FUE UN PROBLEMA GRAVE PARA LAS PYMES
El presidente de los economistas también ha llamado la atención sobre que el acceso a la financiación no ha sido un problema grave para las pymes durante la pandemia generada por la Covid-19.
En concreto, el 55,9% de las pymes solicitó líneas de financiación de entidades de crédito, el 3,3% no solicitó financiación al no necesitarlo y el 40,3% no solicitó líneas de crédito porque se autofinancian.
Al poner el foco en las pymes que han intentado acceder a líneas de financiación, se aprecia cómo el 80,6% de las solicitudes han sido aceptadas por las entidades de crédito en las mismas condiciones que en años anteriores, mientras que el 16,9% fueron aceptadas, aunque en peores condiciones y solo un 1,1% de las pymes que solicitaron financiación declaró que la entidad de crédito rechazó la solicitud o fue la propia empresa la que no aceptó las condiciones.
PIDEN MANTENER LAS MEDIDAS DE APOYO
Según Pich, a la vista de todos estos porcentajes, parece necesario que las empresas en ERTE, las más afectadas por la crisis, sigan contando con un apoyo adicional durante un tiempo -en forma de ayudas directas y mediante la disminución de impuestos y tasas- para evitar su destrucción».
Además, el presidente del Consejo General de Economistas ha extractado algunas de las medidas recogidas en el informe para favorecer la salida de la crisis, entre las que ha destacado dos de carácter estratégico, como son las ayudas para la internacionalización y los incentivos a la innovación, especialmente en el ámbito de la digitalización.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha alertado de la necesidad de que se reactive la palanca del turismo exterior y ha remarcado que España necesita afrontar, en el corto y medio plazo, una profunda transformación que permita recuperar y consolidar la senda de crecimiento durante la próxima década.
«Dada su relevancia en el tejido productivo, las pequeñas y medianas empresas emergen como el eje fundamental para alcanzar un modelo de crecimiento más sólido, sostenible e inclusivo. Parece claro que no habrá reconstrucción ni transformación del modelo económico sin poner el foco en las pymes», ha resaltado.