Tener una buena almohada marcará la diferencia entre simplemente dormir y tener un verdadero descanso. Y es que estas acolchadas amigas nos ayudarán a conciliar mejor el sueño e incluso, darle fin a los dolores de espalda, cervicales y brazos.
La vida ha cambiado mucho en las últimas décadas, cada vez tenemos un estilo de vida mucho más acelerado y exigente, teniendo que atender una enorme cantidad de cosas al día.
Toda esta demanda de energía a la que sometemos nuestro cuerpo en el día a día hace que el descanso sea el más relevante, aunque también se trata de uno de los más descuidados.
Por lo que para mantener el correcto fisiológico de nuestro cuerpo, es fundamental contar con una almohada que nos ayude a descansar como un bebé. Es por ello que a continuación te mostraremos algunas recomendaciones de la mejor almohada para este propósito.
¿Por qué es tan importante contar con una buena almohada?
Cuando se trata de descansar, la almohada resulta ser uno de los aspectos más importantes. Pues, se trata de uno de los elementos que no solo nos permitirán tener un sueño reparador, sino que además, será una garantía de que nuestra espalda y cuello estén alineados perfectamente y manteniendo sus curvaturas naturales.
Por lo tanto, nos ayudará a combatir los dolores que pueden surgir al utilizar almohadas de baja calidad o de dormir sin almohada.
Al utilizar una buena almohada podremos disfrutar de todos los beneficios de un sueño profundo, como un descanso más adecuado. Por otro lado, con el pasar de los años nuestra columna deja de ser tan flexible y resistente, por lo que también resulta una forma de prevenir los problemas de cervical y de espalda que podrían generarse.
En ocasiones, este ritmo de vida acelerado del que te hablamos al principio no nos permite estar atento de nuestra postura, y son precisamente las malas posturas las que afectan nuestra salud y calidad de vida, por lo que si no las corregimos –al menos– mientras estamos descansando en cama, puedes apostar que en el futuro los problemas de en tu espalda y columna cervical tocarán a tu puerta.
Finalmente, una buena almohada permitirá aliviar la tensión en la zona del cuello y de los hombros al permitir una postura más relajada; ¿quién necesita masajes cuando tienes una almohada perfecta?
Recomendaciones al elegir una almohada
Aunque podamos tener claro la importancia de tener una buena almohada, en ocasiones elegir el modelo ideal puede ser el problema más difícil. Y es que no solo existe un tipo de ellas, sino que por el contrario, hay alternativas para distintas funciones, personas e incluso, para diferentes formas de dormir.
En este sentido, se vuelve muy importante conocer cuáles son los aspectos más importantes al momento de decantarse por un modelo u otro. Y, según la OCU , estos son algunos de los más relevantes:
El tipo de almohada
Como te hemos adelantado, existe una almohada para casi cualquier situación, por lo que la elección correcta nos ayudará a conciliar mejor el sueño en estas condiciones particulares.
Si ya has comenzado a padecer de molestias en la zona del cuello, lo más recomendable es elegir una almohada cervical. Se caracterizan por un espacio en la zona de la cabeza, el cual logra adaptarse al contorno del cuello y aliviar las posibles incomodidades y evitando que se vuelva un problema crónico.
Durante el embarazo, es especialmente importante cuidar la postura de nuestra columna, pues, será necesario dar soporte al cuerpo al colocarnos de lado o evitar las molestias de mantener la postura boca arriba durante tantos meses. Si sueles dormir de lado, una almohada donde descansar la pierna del lado de arriba será perfecta para estabilizar la postura.
Si por el contrario prefieres dormir boca arriba, seguro estarás familiarizada con el dolor de espalda. El secreto para evitar incomodidades está en colocar una pequeña almohada debajo de las rodillas, esto elevará un poco tus piernas y reducirá la tensión sobre tu espalda, logrando que se relaje.
Tipos de almohada según su relleno
En este caso, podremos destacar las almohadas especializadas como las almohadas de plumas, las mixtas, las de látex, las rellenas de material sintético y las populares almohadas viscoelásticas.
- Pluma y plumón: por lo general, están rellenas de plumas de oca o de pato. Son blandas y se deforman con la presión, pero vuelven de inmediato a su forma natural. Sin embargo, su nivel de sujeción para el cuello es mínimo. Son recomendadas para aquellos que duermen boca abajo, pero no están indicadas para personas robustas, ni para quienes que suelen moverse mucho al dormir, tampoco para alérgicos o niños pequeños.
- Látex: el relleno de látex puede ser sintético, natural o mixto (una mezcla de ambos). Se caracteriza por ofrecer una muy buena sujeción para la cabeza, por lo que se trata de la alternativa ideal para personas con un peso corporal elevado o para quienes acostumbren a dormir de lado. El material de relleno se lleva muy bien con los movimientos, y además, no suele generar problemas para aquellos que sufren de alergias a los ácaros.
- Sintético: la mayoría está rellenas de fibras de poliéster que facilita la transpiración. Son blandas, ideales para personas delgadas y niños. Además, suelen ser hipoalergénicas.
- Viscoelástico: este material se caracteriza por su efecto memoria, recomendada si dormimos de lado, ya que permite una buena firmeza. Además, al adaptarse perfectamente a la forma de la cabeza y el cuello, también resulta muy interesante para los que se mueven mucho al dormir. Las almohadas de poliuretano también son una buena alternativa.
El tamaño de la almohada
Por último, entre las recomendaciones de la OCU para elegir la almohada correcta está su tamaño. Para empezar, la anchura no debe superar la de tus hombros. Sin embargo, cuando se trata de su grosor, es algo un poco más complicado:
- Baja o 10 cm: adecuada si duermes boca abajo o para niños pequeños, aunque en estos últimos, en un principio puede ser más recomendado dormir sin almohada, primero consulta con tu médico de cabecera.
- Mediana o de 12-13 cm: adecuada para quienes duermen sobre su espalda. Debe ser un poco más baja que la altura de los hombros y de una dureza media, para mantener una postura correcta.
- Medio-alta o 15cm: ideal para quienes duermen de lado, ya que su altura mantendrá la cabeza y el cuello perfectamente alineados con el eje natural de la columna.
Una forma infalible de elegir la almohada correcta es intentar probarla en la tienda, adopta la postura con la que duermes de forma habitual y fíjate en si tu cabeza, cuello y espalda se encuentran perfectamente alineados. Sin embargo, si decides comprar online, estos consejos te serán de gran utilidad.