El 3,7% de las personas de 16 a 74 años ocupadas o que trabajaron en el último año sufrió un accidente en jornada laboral o en el trayecto de su casa al trabajo o viceversa (‘accidentes in itinere’) en 2020, según el módulo de siniestralidad laboral de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este porcentaje se reduce al 2,4% si se tiene en cuenta sólo a aquellos trabajadores a los que el accidente les produjo lesiones y se amplía hasta el 18,2% en el caso de las personas ocupadas o con alguna experiencia laboral que sufrieron alguna enfermedad el año pasado (5,78 millones de personas).
En comparación con el módulo anterior sobre esta naturaleza, correspondiente al ejercicio 2013, la cifra de trabajadores que padecieron un accidente laboral se ha incrementado dos décimas, desde el 3,5% al 3,7%, mientras que el porcentaje de ocupados que enfermaron se ha reducido medio punto, desde el 18,7% al 18,2%.
Del total de personas que se lesionaron como consecuencia de su trabajo, el 63,7% eran asalariados del sector privado, mientras que el 10,9% eran autónomos y el 11,9% asalariados públicos. El 4,4% de los accidentes con lesión durante la jornada laboral fue de tráfico, porcentaje que se ha reducido más de dos puntos respecto a la anterior encuesta (6,5%).
Por sexos, el 4,1% de los hombres y el 3,3% de las mujeres de 16 a 74 años sufrió en 2020 algún siniestro laboral, concentrándose el mayor porcentaje de accidentes entre los varones en la franja de 35 a 44 años, frente a las mujeres de 55 y más años, el grupo de edad más afectado en este sexo.
Atendiendo a la clasificación por sectores económicos, el sector servicios acaparó el 57,7% de los accidentes en jornada laboral, seguido de la industria (16,8%), la construcción (8,9%) y la agricultura (3,1%). No obstante, teniendo en cuenta el número de ocupados a nivel sectorial, en la construcción y la industria la proporción de accidentes es superior al peso del sector, mientras que en los servicios y la agricultura es inferior.
El 22,6% de las personas que sufrieron algún accidente con lesión durante su jornada laboral no dejaron de trabajar o se reincorporaron el mismo día del accidente, mientras que casi un 16% se reincorporó entre uno y tres meses después. Por su parte, el 4% no esperaba volver a trabajar o su baja duró entre seis y doce meses.
PROBLEMAS ÓSEOS Y MUSCULARES
Los datos del INE revelan además que el 18,2% de los ocupados o con experiencia profesional tuvo alguna enfermedad en 2020, declarando haberse encontrado en esta situación el 17,2% de los varones y el 19,2% de las mujeres.
Los trabajadores que padecieron alguna enfermedad se incrementan a medida que se avanza en las distintas franjas de edad, alcanzando el 25,3% entre los hombres de 55 y más años y el 27% en las mujeres de esa misma edad.
De los más de 5,7 millones de trabajadores que enfermaron en 2020, el 29,5% sufrió una dolencia provocada o agravada por el trabajo y el 5,1%, dos o más. El resto (60,8%) cree que su enfermedad no fue motivada por su labor profesional.
Entre las enfermedades de origen laboral, las principales causas residen en problemas óseos, articulares y musculares en espalda (26,4%), cuello, hombros brazos o manos (19,9%) y caderas, piernas y pies (14,7%). Ligeramente por detrás pero en mayor medida que en 2013, se sitúan las enfermedades ligadas al estrés, la depresión o la ansiedad, con un 14,6%.
Según el INE, un total de 291.600 trabajadores sufrieron estrés, ansiedad o depresión en 2020, de los que 126.600 eran varones y 165.000, mujeres.
El 39,2% de los ocupados que tuvo una enfermedad laboral asegura que ésta limitó considerablemente sus actividades cotidianas. El mismo porcentaje cree que su dolencia limitó «en cierta medida» sus actividades.
El 39,4% de los trabajadores que enfermaron afirma que no se ausentó ni un solo día del trabajo o se reincorporó el mismo día, mientras que el 13,4% estuvo de baja entre nueve y doce meses y el 17% no estaba trabajando pero esperaba volver a hacerlo. Por su parte, el 1,5% faltó entre seis y nueve meses a su trabajo.
Algo más de 4,6 millones de trabajadores, el 24% del total de ocupados de 2020, no se sintieron expuestos a factores adversos para su salud física, mientras que el 53,4% declara no haber estado expuesto a factores adversos para su bienestar mental.
En el 24,4% de los casos, el elemento más negativo eran las presiones temporales o la sobrecarga de trabajo, mientras que el 7,4% afirmó haber sufrido un trato difícil con clientes, pacientes o alumnos, y el 7,1% dice haber padecido inseguridad laboral.