La Dirección General de Protección Civil y Emergencias, de acuerdo con las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), mantiene la alerta por fuertes tormentas y lluvias en amplias zonas de la Península y en Baleares.
Según ha avisado el organismo del Ministerio del Interior, durante este viernes y mañana sábado, el riesgo afecta a grandes áreas de la Península: zona pirenaica, entorno del alto y medio Ebro, este de Castilla y León, noreste de la meseta Sur y sudeste peninsular.
Por provincias, las que tienen una mayor incidencia prevista son Teruel, Huesca y Lleida durante el viernes, así como Guadalajara durante el sábado. A lo largo del domingo, el riesgo se desplaza a las Islas Baleares. Las tormentas podrán presentarse acompañadas de granizo y fuertes rachas de viento.
Además, ha advertido de que el «difícil pronóstico de los fenómenos tormentosos» aconseja mantenerse informado en todo momento de la posible evolución de los cambios meteorológicos.
En relación con el riesgo que entrañan las tormentas, Protección Civil ha explicado que el peligro para las personas se produce, fundamentalmente, en campo abierto. Si la tormenta sorprende en el campo, hay que evitar correr y permanecer en lugares elevados, como los altos de las colinas, crestas o divisorias. Tampoco se debe usar los árboles como refugio y hay que alejarse de alambradas y objetos metálicos.
Ha recordado que en los núcleos urbanos también hay peligro por la caída de rayos. En este sentido, aconseja colocarse cerca de los edificios para protegerse; en las viviendas, evitar las corrientes de aire; y mantener el vehículo cerrado como refugio si va conduciendo.
Ante lluvias intensas, Protección Civil recomienda disminuir la velocidad si se va conduciendo, extremar las precauciones y no detenerse en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua. Además, si el viaje es inevitable, hay que procurar circular preferentemente por carreteras principales y autopistas.
En caso de tormentas súbitas y lluvias intensas, se debe tener en cuenta el lugar donde se aparcan los vehículos, ya que el rápido ascenso del nivel de las aguas puede dañar los vehículos aparcados sobre zonas inundables y, además, arrastrarlos, provocando daños a bienes ajenos e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente.
Si comienza a llover de manera torrencial, hay que tener presente que existe riesgo de inundación y no atravesar ni vehículo ni a pie los tramos inundados, porque se desconoce lo que puede haber debajo del agua. Es importante localizar los puntos más altos de la zona y no intentar salvar el automóvil en medio de una inundación.
En caso de hallarse en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando atravesar vados inundados. Igualmente, debe dirigirse a los puntos más altos de la zona.
Ante fuertes vientos, conviene asegurar puertas, ventanas y todos aquellos objetos que puedan caer a la vía pública y alejarse de cornisas, árboles, muros o edificaciones en construcción o grúas que puedan desprenderse. También, conviene abstenerse de subir a los andamios sin las adecuadas medidas de protección.
Finalmente, si va conduciendo, hay que extremar las precauciones, especialmente en la salida de túneles, adelantamientos y cruce con vehículos pesados en carreteras de doble sentido. Prestar atención ante la posible presencia de obstáculos en la carretera es muy importante.