La cantautora y actriz Christina Rosenvinge protagoniza ‘Karen’, película que se estrena este próximo viernes 4 de junio, sobre la vida de la aristócrata danesa Karen Blixen, la autora de ‘Memorias de África’ y con un pasado controvertido entre los historiadores por su actitud colonial en el continente africano.
«Para mí, ella era más clasista que racista. Por poner un ejemplo, construyó escuelas para sus trabajadores y daba una enorme importancia a que tuvieran una forma de vida digna. Además, una vez que abandonó África, se ocupó de que tuvieran tierras donde vivir y se pusieran a sus nombres», ha explicado en una entrevista la actriz.
Rosenvinge, quien regresa al cine tras varios años alejada de la gran pantalla –su última película fue ‘La pistola de mi hermano’, en 1997–, ha respaldado el paso de Blixen por África. «Incluso en su literatura hay pasajes que, desde la óptica actual, la ponen en el papel de ser ‘la salvadora blanca’, viendo a sus trabajadores de una forma paternalista», ha indicado.
El libro ‘Memorias de África’ fue llevado al cine por Sidney Pollack en 1985, en una epopeya romántica que narra un triángulo amoroso con la propia aristócrata de protagonista. Por el contrario, ‘Karen’, dirigida por María Pérez Sanz, es un retrato intimista de los últimos meses de Blixen en África y su relación con el criado Farah.
«Si acepté volver al cine es porque me pareció una idea muy buena, una apuesta arriesgada y con un planteamiento radical. Era contar desde otro punto de vista una historia que ya conocemos de sobra, transformándola en un pequeño drama doméstico», ha indicado la autora de ‘Tu labio superior’.
Rosenvinge ha reconocido que el personaje de Karen Blixen ya le resultaba familiar, puesto que conocía su literatura, pero ha seguido documentándose con su correspondencia hasta el punto de «no poder parar». «Podría escribir un ensayo sobre ella», ha bromeado. «Para conseguir decir frases como ‘yo contemplo la vida como una revelación’ mientras fumas un cigarrillo como si fuera tu forma natural de expresión, hace falta un trasfondo», ha continuado con humor.
En la película existe una ambigüedad sexual en la relación entre Farah y Blixen, algo que la actriz considera «inevitable». «Es interesante la relación porque hay una jerarquía de hombre-mujer, blanca-negro, y de ama-criado, pero por encima de esos niveles hay una unión y es porque ellos conversan y se entienden», ha resaltado, recordando que años después, en uno de sus relatos, Blixen dijo que la figura que siempre emergía de su paso por África era la de Farah.
BLIXEN, «FEMINISTA DE FACTO»
Rosenvinge ha insistido en defender esta historia contada de manera minimalista, en contraposición a ‘Memorias de África’. «No podemos ahora contemplar el colonialismo en África con los ojos ingenuos e inconscientes que teníamos en el siglo XX, porque el movimiento colonial ha causado mucho daño», ha apuntado.
También cree que Blixen fue una «feminista de facto, pero no de palabra». «Al igual que otras figuras del siglo XX, ella no se hubiera definido feminista, pero lo era de facto. Desde muy joven tiene muy claro que su vida no va a depender de un hombre y que ella va a ganar su sustento. Y cuando vuelve a Dinamarca arruinada, ni siquiera contempla la posibilidad de casarse y no trabajar», ha concluido.