La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Álava ha abierto investigación contra Ernai, las juventudes de Sortu, por supuesto delito de odio contra la Ertzaintza, según han informado fuentes del ministerio público.
La Ertzaintza ha remitido un atestado a la Fiscalía alavesa con material sobre la campaña de Ernai contra la Policía autonómica vasca, como carteles, pancartas y los mensajes difundidos por la organización juvenil de la izquierda abertzale y que, a su entender, podrían suponer delito de odio.
El Ministerio público ha incoado diligencias de investigación para determinar si, efectivamente, considera que Ernai ha incurrido en delito con su campaña contra la Ertzaintza.
A la espera de lo que determine el ministerio público, y en su caso los tribunales, el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha asegurado este miércoles que «los mensajes de odio» de las juventudes de Sortu hacia la Ertzaintza son «explícitos y claros.
A su juicio, «han utilizado la palabra odio» especialmente en sus mensajes en redes sociales, «se han mostrado partidarios del odio hacia la Policía y han pretendido atraer a la sociedad en torno a eso».
«Lo que no se puede es meter mensajes explícitos de odio en las redes y andar en el límite del delito de odio, sin entrar de lleno. Queremos aclaraciones porque, cuando se dan aclaraciones, todo el mundo sabe cómo actuar, e incluso el que anda con mensajes de odio puede saber cuáles son los límites que no se pueden sobrepasar», ha apuntado.
ATESTADO
Mientras, el atestado presentado por la Ertzaintza sigue abierto, con lo que cada cartel o nuevo ataque contra la Policía autonómica por parte de Ernai se aporta al expediente como prueba. Lo último han sido unas pintadas aparecidas este pasado martes en el barrio donostiarra de Altza.
De momento, la documentación aportada a la Fiscalía consta de pancartas, carteles, pintadas y mensajes de Ernai, en los que se llama «perros» o «psicópatas» a los agentes de la Policía autonómica o aparecen las siglas de ACAB –correspondiente a ‘All cops are bastards (Todos los policías son bastardos)’–.
También se han facilitado pasquines en los que se lee ‘Todos odiamos a la Policía’, con fotografías de agentes a los que han colocado caras de perro, o las pintadas y pancartas colocadas en diferentes sedes, sobre todo del PNV, en las que se emplaza a la formación jeltzale a «atar a sus perros», acompañados de bozales.
El atestado se ha presentado ante la Fiscalía alavesa al considerar que la campaña comenzó en este territorio y que la cuenta de Twitter de Ernai Gazteiz está siendo la más activa en sus ataques a la Ertzaintza.
Fuentes del Gobierno Vasco han señalado, que el Ejecutivo no tiene «ninguna duda» de que las juventudes de Sortu desarrollan desde hace semanas una campaña de «hostigamiento y odio» hacia la Policía autonómica, que, además, no duda en firmar. No obstante, cree que deben ser la Fiscalía y los tribunales los que determinen si Ernai incurre, de esta forma, en un delito de odio, tal como está tipificado en el Código Penal.
Esto es lo que hoy mismo ha apuntado Josu Erkoreka que, además, denunció hace dos semanas en el Parlamento Vasco, ante la interpelación del parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga sobre la actitud «agresiva» que, a su juicio, había mostrado la Ertzaintza en las concentraciones de Ernai en Vitoria y Bilbao, que concluyeron, según apuntó, con más de 65 jóvenes heridos y ocho detenidos.
Erkoreka replicó que no existen en la Ertzaintza actitudes grupales de «animadversión» a ningún colectivo, sino actuaciones en colectivos agrupados en la izquierda a abertzale hacia la Policía Autónoma que están «en las puertas del delito de odio del artículo 510 del Código Penal».
«Esas sí que están organizadas, sí que son colectivas y auspiciadas por ustedes y estas sí que pueden estar en el origen de un delito de odio gravísimo y organizado, y auspiciado desde la organización», aseveró, al tiempo que mostraba una foto de un cartel en el que se leía ‘Todos odiamos a la Policía’, con un agente al que habían sustituido la cara por una cabeza de perro.