Especial 20 Aniversario

Pedraz no considera necesario detener a Ghali para asegurar su comparecencia

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha dictado este jueves dos providencias en las que ha rechazado las medidas cautelares solicitadas contra el líder del Frente Polisario Brahim Ghali por los querellantes, la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) y el activista saharaui Fadel Breica. Ambos interesaban la detención inmediata de Ghali ante el riesgo de que no compareciera el 1 de junio ante el juez.

Fuentes jurídicas indican que en el caso de ASADEDH el magistrado les señala que se mantiene lo acordado en el auto por el que reabría su querella, cuyas diligencias datan de 2008. Mientras que en el caso de Breica, rechaza también las cautelares sin perjuicio de que, solicitada la comparecencia del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la misma se practique el día señalado para su declaración.

Ese artículo señala que «cuando el detenido fuere puesto a disposición del juez de instrucción o tribunal que deba conocer de la causa, éste, salvo que decretare su libertad provisional sin fianza, convocará a una audiencia en la que el Ministerio Fiscal o las partes acusadoras podrán interesar que se decrete la prisión provisional del investigado o encausado o su libertad provisional con fianza».

Así pues, Pedraz mantiene su criterio y por el momento sigue considerando que no es necesario adoptar medidas cautelares contra Ghali a pesar de que éste se negó a firmar la citación por la que se le comunicaba que debía declarar el 1 de junio. La permanencia de Ghali en un hospital de Logroño, donde es tratado de diversas afecciones agravadas por la Covid-19, ha suscitado una crisis diplomática entre España y Marruecos que ha derivado en otra crisis pero de carácter migratorio en la ciudad autónoma de Ceuta.

READMISIÓN DE QUERELLAS

Precisamente la querella de Breica contra Ghali y otros ha sido aceptada por Pedraz hace escasos días por delitos de detención ilegal y torturas. El activista afirma en la misma que en abril de 2019 a su llegada a los campamentos de Tinduf fue sometido a amenazas por parte de agentes del Frente Polisario para que abandonara el lugar y fue acusado de traidor.

Tras organizar varios actos contrarios a la línea oficial del Polisario y tras convocar una manifestación, fue detenido por los militares y trasladado a centros de detención indeterminados. Durante ese periodo, dice en la querella, fue sometido a golpes, descargas eléctricas y se le mantuvo con los ojos vendados y con los pies y manos atados.

Después de la admisión de esta querella, llegó esta misma semana la readmisión de la que interpuso la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) dado que Ghali ha sido ya identificado. Esta querella se interpuso originariamente en 2008 –pero luego fue archivada– por la presunta comisión de un delito de genocidio, en concurso con delitos de asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas y desapariciones.

En el escrito por el que pedían la admisión de esta querella, la asociación informó al Juzgado Central de Instrucción número 5 que les constaba que el líder del Frente Polisario entró en España bajo «un nombre falso para evitar problemas con la Justicia española por esta causa», a través de un «avión medicalizado».