Obispos denuncian a quienes «etiquetan y señalan» a periodistas

El obispo de Cartagena y presidente de la Comisión para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José Manuel Lorca Planes, ha denunciado a quienes desde los poderes públicos o intereses particulares «etiquetan y señalan» a periodistas, y ha defendido la labor «imprescindible» de los comunicadores en un mundo de «negacionistas».

«Una profesión imprescindible para el bien común de una sociedad que empieza por su misma libertad debe ser protegida. Especialmente si desde poderes públicos o intereses particulares se quiere usurpar su misión, bien estableciendo una verdad única o bien señalando y etiquetando a periodistas que realizan su trabajo de buscar la verdad y ofrecerla a los demás», ha advertido Lorca Planes este miércoles, en la entrega de los Premios ¡Bravo!, que otorga la CEE.

Asimismo ha destacado la labor de quienes trabajan en el mundo de la comunicación en medio de la pandemia, poniendo «de manifiesto el valor y la grandeza de las personas valerosas», y también «señalando las incoherencias».

«Habéis señalado las incoherencias, la confusión o los errores de este tiempo, en los que algunos, lamentablemente, hemos participado. Señalando aciertos y errores dibujáis el camino justo que hay que seguir cuando las referencias quedan desdibujadas», ha destacado.

Asimismo, ha ensalzado la labor de los periodistas «en medio de un mundo de ‘negacionistas’ y ha precisado que contar la verdad en estos ambientes «diversos, de poderes que pretenden conceder credenciales de veracidad, en medio del ruido generado en las redes sociales y de intereses económicos espúreos» es «tan difícil como imprescindible y a veces cuesta la vida» a los comunicadores.

En este sentido, el obispo ha recordado a David Beriain y Roberto Fraile, los reporteros españoles asesinados en Burkina Faso, mientras grababan un documental sobre la caza furtiva.

A esta «dificultad creciente para conocer y contar la verdad» se suma, según el prelado, «la difícil situación económica de los periodistas y de las empresas periodísticas».

COMUNICACIÓN FRENTE A LA CRISPACIÓN

Para el obispo de Cartagena, «sin periodismo no hay democracia» y «tampoco convivencia». La comunicación está llamada, más en estos tiempos, a unir a las personas, a facilitar relaciones, a difundir conocimientos, a señalar los caminos de la convivencia. No pueden ponerse al servicio de los que buscan separar, crispar la sociedad», ha enfatizado.

También ha hecho mención a la situación en que ha quedado el sector del cine, de la música o el del entretenimiento, pues va a ser «difícil una recuperación a corto plazo y miles de familias, que dependen de esto, lo seguirán pasando mal».

Así lo ha expresado el obispo tras hacer entrega de los Premios ¡Bravo! de este año que han recaído en: la Asociación de la Prensa de Madrid, que ha obtenido el Premio ¡Bravo! Especial en su 125 aniversario; Fernando García de Cortazar (¡Bravo! de Prensa); Fernando Lázaro (¡Bravo! de Fotoperiodismo por la foto de la morgue del Palacio de Hielo, publicada en la portada de ‘El Mundo’, el 8 de abril de 2020); y el Programa ‘Documentos’ de Radio Nacional de España (¡Bravo! de Radio).

Además, el Premio ¡Bravo! de Televisión ha sido para TRECE, por su «aportación al pluralismo» en el panorama televisivo en este año; el ¡Bravo! de Cine, para Goya Producciones por su documental ‘Morir en Paz’, de Andrés Garrigó; y el ¡Bravo! de Nuevas Tecnologías ha recaído en CateQuizis de la productora de Infinito Más Uno.

Entre los premiados también destaca Rozalén, galardonada con el Premio ¡Bravo! de Música; la campaña Ropa Vieja de la agencia CHINA para Adolfo Domínguez (Premio ¡Bravo! de Publicidad); y Ángel Cantero de la Fuente, de la archidiócesis de Valladolid (Premio ¡Bravo! a la Labor diocesana en Medios de Comunicación).

ROZALÉN Y EL SACERDOTE DE SU BARRIO

Los premiados han hecho un breve agradecimiento al recibir el galardón y han contado alguna anécdota, como la cantante Rozalén, quien ha revelado que empezó a cantar públicamente por el «sermón» que le dio el sacerdote de la parroquia de su barrio, en Albacete. «En una adolescencia complicada, me dijo que no podía tener un discurso de igualdad, de un mundo más justo, y que Dios me hubiera dado un don y quedármelo para mí, y me hizo cantar en público», ha recordado.

Además, en nombre de todos los galardonados, ha intervenido el presidente de la APM, Juan Caño, quien ha hecho un repaso por el origen de la Asociación de la Prensa de Madrid, que nació hace 125 años para velar por los derechos de los periodistas.

Según ha recordado, uno de los asuntos abordados en la primera reunión de la Junta Directiva estaba el de comprar cinco nichos para asegurar un entierro digno a los periodistas que morían. También se ocuparon de la situación de varios compañeros que se hallaban en la cárcel «por motivos políticos» y se sumaron a la petición de indulto para el escritor Vicente Blasco Ibáñez.

Caño ha recibido el Premio ¡Bravo! con «sumo orgullo» pues les «hermana» con «los valores de la Iglesia, verdad y libertad» para los que, según ha lamentado, «no corren buenos tiempos».

TORMENTA DE NOTICIAS FALSAS

La pandemia del coronavirus, según ha dicho, además de «sembrar desolación y muerte» en todo el mundo, ha generado «una verdadera tormenta de noticias falsas y ha instalado en la sociedad cortinas de desinformación y de desconfianza hacia el periodismo».

Además, ha denunciado que hay «personas relevantes» que han «devaluado la verdad» en la sociedad actual; que «han convertido la ocultación, la opacidad y la mentira en monedas de cambio que, a pesar de ser manifiestamente falsas, terminan por ser aceptadas, especialmente cuando la mentira es multiplicada exponencialmente en las redes sociales».

Asimismo, ha advertido de que la profesión periodística atraviesa «una grave multicrisis: tecnológica, económica, de precariedad laboral, de identidad». Por todo ello, considera que este premio es «un soplo de aliento para no desfallecer en la lucha por mantener intactos los principios éticos de búsqueda de la verdad y defensa de la libertad».