La sociedad pública Cantur, a la que pertenece el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, está analizando el informe de la Inspección de Trabajo que ha abierto acta de infracción a la empresa y propone una sanción por la muerte del trabajador Joaquín Gutiérrez Arnaiz tras ser golpeado por una elefanta el pasado mes de febrero.
Según han indicado fuentes de Cantur, dicho informe se está analizando «pormenorizadamente» y se está trabajando en las alegaciones al mismo.
Tras la investigación de los hechos, Inspección de Trabajo considera que Cantur conocía que el pastor eléctrico no funcionaba y que este hecho fue un factor determinante en el accidente mortal del trabajador, según ha informado este martes el Diario Montañés y han confirmado a esta agencia fuentes de la Delegación del Gobierno.
Por este motivo, propone una sanción grave en grado máximo (que conlleva multa de 20.491 a 40.985 euros) y pide, además, un recargo del 50 por ciento de las prestaciones que percibirá la familia del fallecido.
En el acta de infracción se señala que «el pastor eléctrico se encontraba inoperante en dos de sus tres líneas» y se explica que, en el parte diario de trabajo del departamento de elefantes del día 23 de febrero, fecha del accidente, en el apartado de incidencias figura que «fallan muelles en las puertas de la manga (pasillo). No funcionó el pastor de la manga».
Se indica que, aunque no figurara en el parte, el día 22 ya estaba averiado el pastor eléctrico, y que se dio conocimiento verbal del hecho. En todo caso, ha quedado acreditado en la documentación unida al expediente que se había puesto en conocimiento de la empresa.
La Inspección estima que la falta de reparación del pastor eléctrico posibilitó que el animal sacara la cabeza entre las cadenas del cierre de la puerta del recinto y golpeara al cuidador, ocasionándole la muerte.
Según la investigación llevada a cabo por la Inspección, el trabajador fallecido procedía a vigilar y observar a la elefanta y su cría desde una posición segura, con la lanza disuasoria (eléctrica).
Por su parte, los animales «mostraban nerviosismo» y su intención era volver a la cuadra, cuando, por circunstancias no determinadas, previsiblemente porque estuvieran a punto de sobrepasar el cierre del patio exterior, al no funcionar el pastor eléctrico, el trabajador consideró que se podían escapar y se aproximó, entrando dentro de la manga de la zona contigua al vano de entrada al patio.
En su propósito de intentar que retrocedieran hacia dentro del mismo, el fallecido fue alcanzado por la elefanta «que, indiscutiblemente, habría sacado al menos la cabeza fuera, entre las cadenas de cierre».
Para Inspección de Trabajo la embestida del animal fue posible debido a la avería no reparada del pastor eléctrico, que «la empresa conocía al menos desde el día anterior».