Organizaciones de migrantes han pedido al Gobierno el fin de las políticas de externalización de fronteras, unas medidas que, a su juicio, son las causantes de las crisis y de las situaciones como las vividas este lunes en la frontera de Ceuta con Marruecos.
La directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán, ha lamentado, que el país africano «juegue» de forma «permanente» con «sus súbditos y con España», usando la migración «como medida de presión» ante la UE.
Galán cree que, ni la UE ni España deben ser conscientes de lo que supone negociar con países con Marruecos en donde «no se respetan los derechos humanos». «Están abocadas al fracaso y ponen al país en una situación de debilidad permanente», ha indicado.
Esta debilidad, ha apuntado, es consecuencia, además, de la externalización de fronteras. CEAR denuncia, en este sentido, que estas medidas suponen «convertir a otros países en gendarmes» de las fronteras españolas y, por tanto, de la «vida de seres humanos». Esta situación, ha apuntado Galán, no puede ocurrir «con la connivencia de la UE» y llama a unas políticas de «enfoque más transversal y de derechos humanos».
De forma muy similar se ha expresado Andalucía Acoge, entidad con delegación en Ceuta desde 2017, y que también denuncia la instrumentalización que Marruecos hace de las personas migrantes, como «herramientas de presión para la política internacional. En este sentido, ha pedido que no se olvide que la situación vivida en la ciudad autónoma es una «crisis humanitaria».
CUMPLIR LOS DERECHOS HUMANOS
Es por eso que pide a España que, «independientemente de los problemas diplomáticos con Marruecos», cumpla «con los derechos humanos y la legalidad establecida para el trato a las personas migrantes».
El secretario general de Andalucía Acoge, José Miguel Morales,ha llamado a la responsabilidad del conjunto de los representantes políticos para no usar la pobreza y la desesperación de estas personas con fines políticos e intereses geoestratégicos. «Las disputas económicas y estratégicas de los gobiernos poco tienen que ver con los derechos humanos de estas personas», ha insistido.
En su caso, señala también como origen de esta situación «la política de externalización de fronteras» en la que, explica, «la UE lleva inmersa desde hace décadas» y que permite a Marruecos tener un papel de «gendarme» en las fronteras españolas y, por tanto, europeas.
Por su parte, la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado ha mostrado su temor ante la posibilidad de que se produzca una situación de devolución en caliente y no se respeten los derechos humanos en Ceuta. En este sentido, llaman a «no repetir» ahora «los mismos errores de anteriores crisis humanitarias ya vividas cuando el Gobierno marroquí utiliza a parte de su población como arma arrojadiza frente a la UE o España».
ATENCIÓN A MENORES
La entidad, según explica, se ha ofrecido contribuir a desplegar un contingente de entidades sociales y humanitarias que refuercen la capacidad técnica e instrumental de los operarios en terreno, así como otros vías de trabajo. Un ofrecimiento que, hasta el momento, no han sido aceptados, según indica.
Del mismo modo, han pedido al Ministerio del Interior y a la Secretaría de Estado de Migraciones el traslado de forma progresiva y ordenada de los menores llegados a la ciudad autónoma este lunes y que se estiman en unos 2.000.
MENORES ACOMPAÑADOS Y SOLOS «MUY PEQUEÑOS»
Es la presencia de menores, y muy pequeños, lo que ha denunciado Cruz Roja como situación novedosa de esta crisis migratoria. La responsable de Comunicación de la ONG, Isabel Brasero, ha indicado que se han encontrado con «familias enteras», incluyendo a niños «de meses» y «muy muy pequeño», así como menores que llegan solos «de 10 años o menos.
Aunque ha calificado lo vivido este lunes como una situación «inédita», Brasero ha indicado que Cruz Roja estaba preparada para atender a estas personas y que cuenta con 150 efectivos en la zona que proporcionan servicio sanitario y social a quienes van llegando.