Las bursas son pequeños sacos llenos de líquido revestidos por una membrana sinovial con una capa capilar interna de líquido sinovial. Proporciona un cojín entre huesos y tendones y / o músculos alrededor de una articulación ¿Cuándo ocurre la bursa sinovial?
BURSA SINOVIAL
La bursitis ocurre cuando una bursa sinovial, o un pequeño saco lleno de líquido que actúa como un cojín para reducir la fricción en muchas articulaciones, se inflaman debido al uso excesivo de la articulación.
La bursitis causada por la bursa sinovial es más común en el hombro, el codo, la cadera y la rodilla, pero también puede ocurrir en la muñeca, el tobillo, la parte superior de la espalda, el dedo gordo del pie y otras articulaciones que realizan movimientos repetitivos frecuentes.
BURSITIS CAUSADA POR LA BURSA SINOVIAL
La definición de bursitis es «inflamación de una bolsa» a causa de la bursa sinovial. Una bolsa es un saco fibroso que se llena con un lubricante llamado líquido sinovial.
La función de la bolsa es reducir la fricción en los puntos de alta presión entre los tendones, la piel y los huesos. Bursas ayudan a permitir que las articulaciones sanas tengan un rango de movimiento suave y deslizante.
Las áreas comunes en las que las bursas se inflaman son el hombro (la bolsa subacromial), el codo (la bolsa del olécranon), la rodilla (la bolsa prerotuliana) y la cadera (la bolsa trocantérea). La bursa puede irritarse por un golpe directo en el área o por el uso excesivo de estructuras débiles y desequilibradas.
Los síntomas de la bursitis
Normalmente son dolor, disminución del rango de movimiento en la articulación afectada, hinchazón, sensibilidad alrededor de la bolsa, calor alrededor del área y disminución de la función de la articulación afectada.
A menudo es difícil hacer un diagnóstico de bursitis debido a la proximidad de la bolsa a los tendones circundantes. Para tratar adecuadamente la bursitis, hay que distinguirla de la tendinitis, que es una inflamación del tendón.
La bursitis se caracteriza por una inflamación de la bolsa sinovial. El propósito de las bolsas sinoviales, que se asemejan a pequeños cojines llenos de líquido, es proteger el hueso, absorber impactos directos y facilitar el deslizamiento de piel, tendones, músculos y ligamentos sin lesionarlos por fricción con el hueso subyacente.
Las bolsas sinoviales se encuentran en articulaciones que están frecuentemente en movimiento, como los codos, muñecas, rodillas, tobillos, etc.
CAUSAS DE LA BURSA SINOVIAL
La bursitis suele ser causada por movimientos repetitivos o infrecuentes, que provocan una irritación significativa de las bolsas (bursa sinovial).
Un trauma como una caída o un impacto a alta velocidad, junto con el uso excesivo de los músculos extensores o flexores, el transporte de cargas pesadas repetidamente y los movimientos atléticos repetitivos, también son factores de riesgo de bursitis.
Varios grupos corren el riesgo de desarrollar bursitis debido a su trabajo o al deporte que practican.
Este es el caso de los trabajadores manuales o aquellos que realizan trabajos en líneas de montaje, así como de los músicos que tocan la batería o instrumentos de cuerda, los deportistas que practican tenis u otros deportes de raqueta y los jugadores de golf o béisbol.
SÍNTOMAS
Las personas que padecen de bursa sinovial sienten dolor dentro o fuera de la articulación afectada, que puede extenderse al antebrazo y la muñeca, junto con la sensibilidad al tacto. Puede haber signos de inflamación, como enrojecimiento, calor e hinchazón. El dolor causado por la bursitis puede limitar significativamente el movimiento.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Para diagnosticar la bursitis, el médico primero hará una evaluación visual del área afectada. Le harán preguntas al paciente sobre el dolor y pueden tomar una muestra del líquido de la bursa para su análisis.
Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar una radiografía, una ecografía o una resonancia magnética. Si una de estas técnicas confirma la bursitis, el médico puede recetarte una inyección de cortisona bajo fluoroscopia.
El tratamiento de la bursitis implica lo siguiente:
- Protección: Cambia la mecánica de las actividades para evitar más lesiones o irritaciones.
- Descanso: No realices actividades que reproduzcan los síntomas del dolor.
- Hielo: Aplica hielo en el área afectada durante 15 minutos cada 2 a 4 horas con el área lesionada elevada por encima del nivel de tu corazón.
- Medicamentos: Toma medicamentos antiinflamatorios no esteroides (aspirina, ibuprofeno).
- Inyección: A veces, una inyección de cortisona de tu médico en la bolsa puede ser útil para reducir la inflamación, lo que reducirá el dolor y la falta de función del área afectada.
- Rehabilitación: Consulta a tu fisioterapeuta para que te recomiende ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para restaurar el equilibrio musculoesquelético en el área afectada y prevenir lesiones futuras.
¿QUÉ HACER?
Si se sospechas de bursitis, un examen físico y preguntas sobre los síntomas comúnmente confirman el diagnóstico. Se pueden utilizar procedimientos y tecnología de diagnóstico avanzados para diagnosticar, determinar el tratamiento y controlar la bursitis. Los procedimientos de diagnóstico comunes pueden incluir:
Aspiración y análisis de la articulación: Durante esta prueba, se extrae líquido de una articulación y se analiza en busca de sustancias que puedan indicar infección, sangrado en la articulación, gota y otros tipos de artritis, seudogota o inflamación.
Imágenes por resonancia magnética (IRM): Se utilizan un imán grande, ondas de radio y una computadora para producir imágenes de la articulación afectada.
Ultrasonido: Un dispositivo de ultrasonido puede mostrar si hay hinchazón o desgarros en tejidos blandos como tendones o problemas con las articulaciones y ligamentos.
Radiografías: Esta prueba de imágenes común de huesos o articulaciones no se puede usar para diagnosticar bursitis, pero se puede usar para descartar rápidamente otras afecciones que causan dolor o hinchazón en las articulaciones.